Cacabelos-Pieros-Villafranca del Bierzo. Camino de Santiago.

Publicado el 15 junio 2014 por Daniel Paniagua Díez
El domingo pasado aproveché una actividad programada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León para volver a recorrer el tramo de Cacabelos a Villafranca del Bierzo.
Por la mañana temprano habíamos bajado desde Riego de Ambrós a Molinaseca por las puentes de Malpaso y a las 13.00 horas estábamos llegando a Cacabelos, en autocar, claro. Nada más bajarnos me dirigí al templo de Santa María en el centro mismo de la villa. Había primeras comuniones y el templo estaba engalanado con un estilo muy andaluz, me pareció a mi. Después fui a reponer fuerzas a la pulpería La Gallega, que está unos pasos más allá por la calle de Santa María. No paraban de llegar peregrinos.


Uno de los lugares donde siempre paro a tomar un chato cuando paso por Cacabelos es la Bodega del Niño. Siempre me encuentro con alguien o bien ocurre algo curioso.
Salimos al patio a tomar un godello fresquito y nos encontramos con un enjambre de abejas que se había escapado de su colmena y se había posado sobre nuestras cabezas. En minutos un señor llegó y se subió a una escalera y con una hoz y una sartén fue recogiendo tranquilamente las abejas hasta que dio con la reina; entraron todas las abejas en la caja y se las llevó sin darle mayor importancia al asunto. En lo que tomábamos un vaso de vino el peligro como había venido había desaparecido. Siempre paro en la Bodega del Niño en Cacabelos; es una recomendación personal. Y dejar vuestra firma en el libro de honor.
A la salida de Cacabelos, nada más pasar el río Cúa, se encuentra el Santuario de La Quinta Angustia y el albergue municipal de peregrinos. Mis compañeros pararon a sellar la credencial y conocer las instalaciones de tan singular albergue.
Seguimos por la calle El Foyo para salir a la carretera y comenzar la subida a Pieros y Castro Ventosa. Viñedos por todas partes nos alegraban la vista aunque caminas al borde de la carretera.

Al llegar a Pieros llevé a mis compañeros a conocer el albergue de peregrinos El Serval y La Luna. Paramos un rato a sellar la credencial y charlar con las hospitaleras y los peregrinos que a esas horas ya se habían quedado alojados en el lugar. Un lugar verdaderamente lleno de encanto es el albergue de Pieros; muy recomendable.Todavía recuerdo la primera vez que paré allí y estaba todavía en construcción o recién inaugurado.El Serval y La Luna

Tras la subida a Castro Ventosa decidí llevar a mis compañeros bajando por la carretera en vez de por el camino del monte; alguno estaba ya muy cansado por las largas horas de caminata. Hay que estar atento a la desviación de la carretera hacia la pista forestal para evitar los últimos kilómetros de bajada por carretera a Villafranca del Bierzo. Está un poco después de pasar las bodegas Adría.
En seguida se ve el taller del escultor Nogueira y se pueden admirar sus esculturas desde la valla. Solo queda un kilómetro para llegar a Villafranca del Bierzo.
Las primeras casas de la ciudad dan la bienvenida a los peregrinos con los anuncios de los albergues.

Dos albergues de peregrinos y la iglesia de San Francisco dan la bienvenida al peregrino, Villafranca del Bierzo está a nuestros pies. Hay dejé a mis compañeros de caminata que eligieran dónde parar a sellar o alojarse, pues también coincidí con peregrinos extranjeros durante esta pequeño paseo por el Camino Real Francés a Santiago de Compostela. Y bajé a la plaza mayor a tomar algo fresco pues el día primaveral  pedía a gritos una mejor hidratación de mi viejo pellejo peregrino.
Solo me quedaba esperar a que llegaran todos los compañeros de la Asociación Leonesa, pues algunos habían hecho el recorrido desde Ponferrada. Es una iniciativa de la Asociación para dar a conocer el Camino Real Francés a los nuevos asociados y que le vayan tomando cariño y conocimiento; alguno con los que compartí paseo están deseando tener unos días de vacaciones y recorrerlo entero.Hasta la próxima ocasión Villafranca del Bierzo, todavía recuerdo cuando iba en tren con mis padres los domingos a bañarme en el río y tomar chatos en la calle del Agua.Daniel Paniagua Díez