El cine slasher suele contar con la presencia de un demente encargado de una matanza tan desaforada como veloz, sin necesidad de hacer agonizar demasiado tiempo a sus víctimas. Ese es uno de los componentes de este subgénero de los films de terror, y en Cacería macabra se hace manifiesto durante todo su metraje. Adam Wingard, desde su dirección, se muestra decidido y con el pulso firme a la hora de enseñarnos un festival visceral y salvaje en donde cada asesinato parece acarrear una buena cantidad de sangre y cortes profundos. Prácticamente insulsa en lo que respecta a su guión, el enfoque está puesto en la agilidad narrativa mediante la que se entretiene al espectador, combinando una banda sonora variada y vigorosa con una filmación más que aceptable cuyos recursos técnicos y transiciones por momentos superan la media.
LO MEJOR:el humor negro que se le imprime. La escena final. Entretiene. LO PEOR:nada nuevo. Tiene algunos parates en los que las persecuciones y la tensión fallan.
PUNTAJE:6,4