Varios meses sin escribir, pero fue complicado con el tema del colegio y la bimodalidad. Además, al no haber turismo perdí mucho público del blog. El poco que tenía…
Había terminado en Cachi. Bueno, abandoné al grupo con el que había llegado y fui al hotel que había reservado por internet: Hotel Casa Pueblo. Las fotos me habían encantado y como el precio me había parecido correcto reservé dos noches ahí. Gran error. Porque si bien el mini hotel tiene dos habitaciones preciosas (dobles), al haber reservado una single me tocó una habitación por fuera del edificio principal, una habitación pegada a la casa de la dueña (de hecho, conectada por una puerta cerrada). Nunca me advirtieron esto ni lo imaginé. La habitación, lamento decirlo, era horrible. Angosta, muy oscura, ruidosa. Nada que ver con las fotos. Tenía dos pequeñas ventanas, una en la parte superior de la puerta y otra de policarbonato en el techo sobre la cama. Asfixiante y calurosa. El baño era lo mejor, con eso digo todo. Encima se escuchaba cada palabra de lo que decían en la casa. Me sentí estafada, pero ya había pagado una parte así que me quedé esa noche. Luego me fui aunque perdí plata. Para el desayuno tuve que caminar dos cuadras hasta un restaurant frente a la plaza y esperar a que este abriera. Mi consejo: no vayan a la single. Más que rústica parece a medio construir. Sin televisor o aire acondicionado (por suerte había un ventilador), wifi entrecortado y ningún sitio donde poner la ropa.
Yo iba a salir al otro día a Seclantás a hospedarme en la Finca Montenieva para visitar las cuevas de Acsibi. Yo me había hecho mucha ilusión con la idea de hospedarme en una finca lejos de todo. Ese día me llamó el dueño, Fido Albán, avisándome que había ocurrido un derrumbe por lo que no se podía llegar a las cuevas. Aunque quería ir a Seclantás, decidí quedarme en Cachi porque allí hay más actividades para realizar. Claro que fui a buscar otro hotel. Me dirigí al otro con el que había hablado mientras organizaba el viaje: el Hotel Nevado de Cachi. Reservé el resto de los días con ellos. ¿Era una maravilla? No, pero ganaba por goleada en la comparación.
A la noche cené en el restaurant del Nevado de Cachi. Comí pacú con papas mientras veía relámpagos en una nube dorada sobre las montañas.
Al otro día desayuné en El Estribo y me pasé al otro hotel. La habitación era mucho más grande y luminosa, con una ventana a un patio interno abierto y al menos tenía un perchero de pie. Lo que no me gustó fue el baño porque, aunque la ducha era caliente, daba sobre el inodoro y se mojaba todo. La habitación de al lado (que lamentablemente ya estaba ocupada) era mucho mejor en ese aspecto. Todo muy tranquilo y limpio. No tenía ventilador, pero las paredes de adobe hacían que la habitación fuera fresca aún en el peor horario. No lo podía creer. No incluía el desayuno, pero en el restaurante de enfrente costaba $130. O sea, nada. Tampoco tenía televisor y el wifi era flojo. Sin embargo, la habitación era más silenciosa y en conjunto mucho más confortable que la de Casa Pueblo. Costaba lo mismo aún siendo del doble de tamaño. Como dije, no era perfecta pero ganaba en comparación. Abajo pongo los datos de otros hospedajes.
Dejé las valijas en mi nueva habitación y fui caminando al sitio arqueológico El Tero. Los sitios arqueológicos pertenecen a las comunidades calchaquíes. En ese momento estaban en asamblea así que recorrí el lugar sola, sin un guía. Es pequeño, pero interesante.
Volví al hotel y compré en el restaurante de enfrente -El Águila- un sándwich de milanesa que comí en el patio del hotel. Sin nada que hacer, me acosté a dormir un poco la siesta. Luego salí, caminé hasta el puente y recorrí el pueblo a conciencia. A la noche comí empanadas en el Nevado de Cachi aprovechando que podía pagar con débito. Fue un día tranquilo. En mi plan original, ese día iba a viajar a Seclantás, una localidad muy cercana a Cachi.
Al día siguiente murió mi cámara de fotos. Pero bueno, no nos anticipemos. A las 9:30 fui con un matrimonio y un guía de la comunidad local, Rafael (Turismo Diaguita Kallchaki), a Las Pailas, el sitio arqueológico más grande de Cachi. Más allá de las ruinas y la historia, el paisaje al pie del Nevado de Cachi es hermoso. Lleno de mariposas. Las ruinas están dispersas. Vi morteros, pircas, restos de muros importantes. Ya a la vuelta y cruzando el arroyo Las Arcas, se me cayó la cámara al agua. Me preocupé más que nada por la tarjeta de memoria (la cámara ya estaba viejita) porque no podía encontrarla. La hallé con gran alivio y es así que pude recuperar muchas de las fotos que publiqué en el blog. La cámara no podía haberse suicidado en un paisaje más bello.
Volvimos. Decidí almorzar algo dulce: budín de pan en la esquina y dos bananas que había comprado en el mercado.
A las 17:45 me encontré de nuevo con el mismo grupo y fuimos al Divisadero. Ascendimos a un impresionante mirador con la luz del atardecer y descubrimos algunos petroglifos antiguos.
Luego cené en El bistró de Cachi torteletti de cordero con salsa de nuez y salvia. Estaban ricos pero la masa un poco cruda. Igual el restaurant es precioso. Así terminó enero.
Finalmente al otro día pude ir en tour a la Laguna Brealito. No pude ir a las cuevas, pero al menos pude hacer esta excursión. Avanzamos por la ruta 40. Brealito es una laguna de altura que tiene 215 mts de profundidad. Hay quienes hablan del monstruo del Brealito, como hermano del monstruo del Lago Ness. Antes se pensaba que tenía alguna conexión oceánica, pero ahora se sabe mejor. Según la época del año, me dijeron que pueden verse flamencos. El recorrido por la montaña es espectacular. Luego, al llegar a la laguna subimos para tener una vista panorámica y ver un grupo de petroglifos. Regresamos y almorcé unos tomates con atún. Luego salí a comer un helado de chocolate y naranja.
Compré varias chucherías y a la noche cené en La Huella, un restaurant recomendado por la gente del lugar. Comí pollo con papas. Abundante y económico. Después, desde el patio del hotel me deleito viendo las estrellas.
Mis últimas horas en Cachi las aproveché en el museo ($150) que ya conocía, pero que no deja de ser entretenido. Compré queso de cabra y di algunas vueltas por el pueblo. Me quedé con ganas de más. Almorcé tres empanadas del restaurante El Águila. A las 13h pasó a buscarme el remise a Salta ($700). Si bien es posible ir en colectivo con la Empresa Ale hnos, yo decidí hacerlo en remise. No había tanta diferencia de precio si contaba que desde la terminal de Salta iba a necesitar un taxi y el remise ya me dejaba en la puerta del hotel. Además así era más directo y compartía con menos gente (ya había visto que la gente no usaba el barbijo en los buses).
El remise iba lleno (éramos 5 con el chófer), pero al menos todos teníamos barbijos y se podía abrir la ventanilla. La vuelta no la sufrí como la ida. No me mareé. Fuimos entre nubes de tormenta. Tardamos 4 horas y me dejaron en el hotel. Sí, el Hotel del Antiguo Convento. Esta vez en la habitación 4.
Fui de compras y a las 21h cené en El Charrúa ravioles de calabaza y flan. Se iban acabando mis vacaciones.
Último día completo en Salta. Por la mañana fui con el teleférico al cerro San Bernardo. Recorrí un poco la cima y bajé por la escalera. Dudé mucho en ir a San Lorenzo para la caminata por la yunga (había una caminata gratuita a las 17), pero al final preferí deambular por la calle Balcarce y el centro. Cené en Van Gogh el menú del día (tortilla de papas, merluza con puré y budín de pan – $520) mientras se largaba a llover y comenzaba a refrescar.
Al día siguiente me levanté bien temprano para ir al aeropuerto. Era la despedida. Al final tuvimos que esperar bastante la partida del avión a causa de la niebla. El avión que venía de Buenos Aires tuvo que parar un Jujuy en tanto se despejaba. Partimos horas más tarde. Al llegar al aeropuerto de Ezeiza me hicieron el hisopado de Covid que por suerte dio negativo.
PENDIENTES EN CACHI y alrededores:
Parque Temático Cultural (estaba cerrado), camping El Algarrobal, sitio arqueológico La Paya. Quiero conocer las cuevas de Acsibi cerca de Seclantás y el río subterráneo de Puente del Diablo en La Poma (no se puede ir en verano porque el agua crece demasiado). Me gustaría ir al Parque Nacional Los Cardones por cuenta propia ya que me enteré que hay varios circuitos, el más interesante es el sendero del Valle Encantado con 4km. Las excursiones desde Salta sólo visitan el sendero Ojo de Cóndor, el más corto. Se puede contratar una excursión desde Cachi o coordinar con el colectivo. Para eso habría que pedirle al bus que va a Salta que pare en el km 62 y luego retornar con el que va a Cachi. Creo que hay un sólo día a la semana en el que se puede hacer.
También me encantaría ir de Cafayate a Cachi por la Quebrada de las Flechas.
La próxima vez visitaré La Poma.
DATOS:
- Hotel Nevado de Cachi: (03868) 491-912 / (0387) 154-049475. Esquina de Cnel Suárez y Ruiz de los Llanos. Vayan a la habitación 10.
- Parque Temático Cultural “Todo lo Nuestro”: (03868) 154-55711. Pasando Barrio San Cayetano.
- Museo Arqueológico de Cachi Pío Pablo Díaz. $150: +543868-491080
- Alojamientos económicos-medios en Cachi (con precios base single-doble en febrero): Hospedaje Neriz ($1400) – fimarchai@gmail.com 0387 586-0140/ Hostería don Arturo ($2000) – hosteriadonarturo@gmail.com – Tel 03868491387/ Las Tinajas ($3100) – anibaltapia5087@yahoo.com.ar / Hostería ACA ($3168 no socios) – reservas@hosteriacachi.com.ar / Hostería Tampu ($4200, la más cara pero la que más me gustó de afuera) – mariawayar@gmail.com La Hostería don Arturo está ubicada a la entrada del pueblo. Las Tinajas se ubica muy cerca de la plaza principal. La Hostería ACA es la que está más lejos de la plaza (aunque cuán lejos es relativo porque todo es cerca), en una loma. Puede ser complicado subir y bajar varias veces al día esa loma si no van con auto. La Hostería Tampu está subiendo esa loma. El hospedaje Neriz no lo vi, pero sé que está cerca de la plaza.
- Remise Cachi: 3575365199 (pueden reservar por whatsapp).
- Excursiones en Cachi Turismo Urkupiña.