Los pájaros cantan y el sol invade oblicuo la estancia. Los jazmines embriagan con su canción de aromas tan densos como el poderoso hechizo del alba…
El mundo queda lejos, la naturaleza manda…
primero lento y suave, luego con su manto inmisericorde que el rocío achicharra
¿Pretende despertar mi alma...?
Los sueños uno a uno se han ido terminando,
amanece el día, se sublima el albaen rojo intenso y cálido naranja
que atrae magnético el confuso llanto.
El lago canta muy suave
una canción casi inaudible de ranas,un perro a lo lejos se despereza,
y los gorriones se acicalan…
El río murmura su eterna canción, insistente, insistente, repetitiva, previsible, indescifrada y mansa…
El día se calienta, se enfría la piel del alma...
En la oscura noche llamé por su nombre a la luna que vino a verme a mi ventana, en la mañana lloro su ausencia con lágrimas que el sol calienta con su manto de gruesa lana; y me sonríe necio sin saber comprenderme, porque no entiende, este amante ciego, que mi pasión me espera impaciente como yo la anhelo, cada amanecer justo a su marcha.
Al ocaso la luna amante asomará de nuevo sus blancos cuernos tras de la parra, mecerá sigilosa mis sueños y raptará mi ser a su frío lecho de nácar… A la noche el rocío caerá sobre mis hojas ya casi quemadas, y les dará la vida del que cabalga más allá de las lomas color plata.
Brillantes y negras colinas conducen al cielo de los sueños sin alas, inmisericordes y candentes cordilleras me roban de ti, cada mañana.Mi amor está oscuro, mi pasión muy clara, mi sueño duerme al fresco de la noche maga.
Y vivo en las sombras, sueño despierto y camino cada día a desgana sin norte ni luz, mientras dura el inabarcable y tenebroso laberinto de lo cierto.