Si lo que habéis pensado es que fui víctima de un estallido de emoción incontenible, habéis acertado. ¿Y adivináis quién era la autora de “Boulevard of Broken Dreams” y, por consiguiente, también de este comentario? Exacto: Shiinna Vidal. A partir de ahí, todo empezó a moverse tan extraordinariamente rápido que yo me sentía en una vorágine arrasadora que me impedía incluso pensar con claridad. Ella me dio mi primer premio, y también muchos de los posteriores. Habló de “Las quimeras de tinta” a muchas personas que comenzaron a interesarse tanto por mi blog como por mi iniciativa, y en apenas un mes la cifra de seguidores se cuadruplicó sin un cómo ni un por qué. En algún momento de ese maravilloso ciclón que me arrastró al centro mismo de la Blogosfera, me enteré de que Shiinna tenía un grupo de WhatsApp que estaba dando sus primeros pasitos. Yo le solicité entrar en el mismísimo instante en que ella me mandaba un correo preguntándome si me interesaría ingresar en él. Así fue como pasé a formar parte de Wapp Dreams. Y ahí empezó todo.
Shiinna, una Dreamer única Este es un mes triste, queridos bookers… La luna está baja y el aire palpita trémulo preso de los sollozos. Escuchad con atención y podréis oír los lamentos del viento. Hoy vengo a cerrar algo grande, algo mágico, una cadena de recuerdos que nueve bloggers hemos creado para una chica especial. Alguien que seguro que conoceréis por las innumerables ocasiones en las que os he hablado de ella. ¿Y cómo no hacerlo? Es una joven fantástica. ¿Sabéis ya de quién se trata? Sí, eso es: Shiinna Vidal. Tal vez para muchos de vosotros Shiinna sea solo una blogger más, pero no lo es para nosotras. No, en absoluto. Porque nosotras tenemos dos cosas en común. La primera es nuestra condición de Dreamers. La segunda es Shiinna. Pero toda buena historia ha de empezar por algún sitio. Y el principio me parece un comienzo idóneo cuanto menos. Todavía recuerdo aquel día de hace ya tantos meses… sí, tantos ya… Es increíble y aterrador a partes iguales ver cómo pasa el tiempo. Yo tenía un sueño: crear un blog que llegara a algún puerto. Un portal de comunicación con el que alcanzar a más personas con mis gustos e intereses. Una quimera, en definitiva. Pero era difícil, extremadamente difícil, y la Blogosfera me intimidaba como pocas cosas lo hacían. Encontré entonces un blog especial. “Boulevard of Broken Dreams”, se llamaba. Su diseño me enamoró desde el minuto cero, y rápidamente me propuse estudiarlo a fondo para aprender al máximo de él. Distraídamente lo afilié a mi propio blog y avisé a la autora sin esperanza alguna de que leyera siquiera mi comentario. Al fin y al cabo, yo no era nadie importante en la Blogosfera, solo una más… y una especialmente torpe e inexperta. Imaginaos mi sorpresa cuando, al poco rato, me encuentro con lo siguiente en mi sección de “Afiliados”: ¡¡Hola MeriAnne!! Primero decirte que ese nombre tuyo (O el nick que has elegido) es muy molón. Me gusta ^^ Segundo felicitarte porque estás comenzando tu blog y es hermoso. Algo oscuro, pero me encanta. Tercero mil gracias por pasarte por el mio y por afiliarme, yo también ya te he afiliado y estoy por aquí leyendo tus relatos. Esos títulos que les pones son geniales déjame decirte, casi que no me decido por cuál empezar. Estaré recomendando tu blog para aportarte mi granito de arena. ¡Muchos besos y un fuerte abrazo!
Si lo que habéis pensado es que fui víctima de un estallido de emoción incontenible, habéis acertado. ¿Y adivináis quién era la autora de “Boulevard of Broken Dreams” y, por consiguiente, también de este comentario? Exacto: Shiinna Vidal. A partir de ahí, todo empezó a moverse tan extraordinariamente rápido que yo me sentía en una vorágine arrasadora que me impedía incluso pensar con claridad. Ella me dio mi primer premio, y también muchos de los posteriores. Habló de “Las quimeras de tinta” a muchas personas que comenzaron a interesarse tanto por mi blog como por mi iniciativa, y en apenas un mes la cifra de seguidores se cuadruplicó sin un cómo ni un por qué. En algún momento de ese maravilloso ciclón que me arrastró al centro mismo de la Blogosfera, me enteré de que Shiinna tenía un grupo de WhatsApp que estaba dando sus primeros pasitos. Yo le solicité entrar en el mismísimo instante en que ella me mandaba un correo preguntándome si me interesaría ingresar en él. Así fue como pasé a formar parte de Wapp Dreams. Y ahí empezó todo. Eran pocas las chicas que estaban allí. ¿Cuántas seríamos por aquel entonces? ¿Cinco? ¿Seis? Me aceptaron de inmediato como a una más, y yo sentí una conexión instantánea con todas ellas. Nuestro pequeño grupo creció con lentitud al principio, hasta que la primera generación de Dreamers se completó: Callie, Eider, Irene, Iciar, Mab, Mai, Paula, Vir, Yslen, Shiinna… y yo. Otro gran acontecimiento que marcó un antes y un después fue el día en que Shiinnadijo que, de tener un Parabatai en Blogger, me elegiría a mí sin dudarlo. La emoción que me embriagó fue tal que no dudé en saltar y solicitarle que uniésemos nuestros blogs en una perfecta relación de casi hermandad. Esta unión persiste actualmente, haciéndose más fuerte y poderosa cada día. El tiempo siguió pasando, y Wapp Dreams estalló para convertirse en un demandado grupo al que mucha gente quería entrar, y pronto los integrantes se sumaron en una segunda, una tercera y una cuarta generación para dar lugar al Wapp Dreamsactual: Andy, Candy, Clau, Dem, Druky, LaArtista, Luli, Mayte, Mila y Skyfueron algunos de los que se unieron a nuestra causa. Todo parecía perfecto. Cada instante con ellos era mágico. Y entonces, cuando menos lo esperábamos, ocurrió la desgracia: Shiinna anunció su retiro de la Blogosfera. La noticia nos sobrecogió a todos, pero me atrevería a decir que las más afectadas por la novedad fuimos Vir y yo. Ella, por ser su ahijada, y por temer que eso supusiese perder a la gran madrina y amiga que Shiinna fue. Yo… yo, por el miedo que me inspiró creer que ya no la tendría conmigo. Ser Dreamer no es solo estar en un grupo. Ser Dreamer es conocer los distintos sabores de la amistad. Es contar secretos y saber guardarlos. Es pensar y sentir como uno solo. Es reír por cualquier cosa y llorar por nada. Es confiary seguir adelante. Es soñar despierta a cada minuto. Es creer que no hay nada imposible si se desea con el alma. Es saltar al vacío sabiendo que alguien te esperará abajo. Es escribir nombres en tus brazos y manos. Es mandar cartas y esperar junto a la ventana a que llegue una respuesta. Es dibujar mil maravillas y regalarlas solo porque se puede. Es formar parte de un todo, de un equilibrio perfecto, de una inmensidad etérea pero casi tangible, de una familia… Es ser Dreamer cada mañana, cada tarde y cada noche. Es serlo en todo momento. Es serlo siempre. Por ello decidimos crear esta cadena de recuerdos en la que algunas de las Dreamersexponemos lo que Shiinna deja en nuestros corazones y nuestros blogs. Y a mí aún me queda mucho que decir. Shiinna, sabes que eres para mí más que muchas de las personas con las que me encuentro día a día en clase o en la calle. Me enseñaste a apreciar mi blog, a creer en mí misma y en lo que hago, a luchar un poquito por lo que quiero y a soñar a todas horas. Echaré en falta tu blog con cada centímetro de mí, pero aguardaré con relativa paciencia. Esto no es un adiós. No puede ser un adiós. Yo no creo en los adioses, y tú más que nadie sabes eso. Es solo un hasta pronto, o mejor, un hasta siempre. Ahora que estoy al mando de Wapp Dreams reparo más que nunca en todo lo que hiciste por nosotras, y te juro que haré cuanto esté en mi mano y más para que el alma de nuestro grupo no se pierda jamás. Seguiremos siendo lo que hemos sido en todo momento, y esperaremos una eternidad si es necesario a que regreses con nosotros. Te debo mucho, muchísimo, más de lo que ninguna palabra podrá describir, y pese a ello tengo la osadía o la demencia de intentarlo. A ti, a mi amiga, a mi hermana, a mi Parabatai, te doy las gracias por todo. Por creer en mis ideas incluso cuando estas no tenían ni pies ni cabeza. Por estar a mi lado en lo bueno y en lo malo, sin rendirte nunca. Por tirar de mi blog cuando parecía que amenazaba con hundirse de nuevo. Por presentarme a las Dreamers, y convertirme a mí misma en una de ellas. Por todas las canciones que compartimos… por todos los libros que tan apasionadamente vivíamos. Por cada conversación de madrugada, y nuestras confusiones con los distintos horarios. Por hacer que todo un océano se nos quedara pequeño, como si ninguna distancia fuese suficiente para separarnos del todo. Por las risas, las lágrimas, los miedos, las incertidumbres, las alegrías y las ilusiones que compartimos. Por cada momento. Sí, por cada uno. Por ser tú. Por no dejar de serlo jamás. Te adoro, Shiinna. Y recuerda algo. No lo olvides nunca, pues eso será lo que nos haga seguir juntas pese a las aguas que nos distancian: esto no es el fin, Nada se ha terminado… … la magia no ha hecho más que empezar. CADENA DE RECUERDOS #1 - Vir #2 - LaArtista #3 - Mai #4 - Candy #5 - Clau #6 - Eider #7 - Irene #8 - Andy
Si lo que habéis pensado es que fui víctima de un estallido de emoción incontenible, habéis acertado. ¿Y adivináis quién era la autora de “Boulevard of Broken Dreams” y, por consiguiente, también de este comentario? Exacto: Shiinna Vidal. A partir de ahí, todo empezó a moverse tan extraordinariamente rápido que yo me sentía en una vorágine arrasadora que me impedía incluso pensar con claridad. Ella me dio mi primer premio, y también muchos de los posteriores. Habló de “Las quimeras de tinta” a muchas personas que comenzaron a interesarse tanto por mi blog como por mi iniciativa, y en apenas un mes la cifra de seguidores se cuadruplicó sin un cómo ni un por qué. En algún momento de ese maravilloso ciclón que me arrastró al centro mismo de la Blogosfera, me enteré de que Shiinna tenía un grupo de WhatsApp que estaba dando sus primeros pasitos. Yo le solicité entrar en el mismísimo instante en que ella me mandaba un correo preguntándome si me interesaría ingresar en él. Así fue como pasé a formar parte de Wapp Dreams. Y ahí empezó todo.