Mal por el señor Arenas, peor por quienes le siguen ciegamente -Cospedal y Aguirre- creyendo obtener por ello ventaja política y una mayor conexión con su posible electorado.
Conviene recodar que nuestra Constitución en su artículo 25.2 dice “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados.”. Los mismos jueces consideran que no tiene encaje constitucional, teniendo en cuenta que en nuestro actual sistema las penas pueden llegar a 40 años reales de prisión y en los países europeas con cadena perpetua, se revisan y supenden.
Cadena perpetua, no gracias y no a este tipo de debates estériles, demagógicos, oportunistas y que no aportan nada a la sociedad española.