Café Asiático: Aroma ancestral cartagenero

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

El asiático es una bebida alcohólica con base de café, típica del municipio español de Cartagena y muy representativa de la gastronomía del Campo de Cartagena.

Asiático no es el apodo de un cocinero de ojos rasgados, ni el título de una película de artes marciales. Tan solo es un café ilustrado muy goloso del que es imposible dejar una gota en el vaso. Lo único que he sacado en claro de esta experiencia es mi enorme ignorancia. Después de llevar años siguiendo el rastro al café dentro y fuera de España, de hacer catas, visitar cafetales y laboratorios de mezclas, todavía no me había enterado que en el Campo de Cartagena, en Murcia, triunfa una especialidad de orígenes controvertidos.

Wikipedia apunta dos teorías. Una atribuye su invención a Pedro Conesa, propietario del bar Pedrín en el pueblo de Albujón, a principios de la década de los pasados cuarenta. Otra incide en su origen portuario y supone que deriva del café de recuelo que los pescadores tomaban para calentarse durante sus faenas tempraneras. Hipótesis que me suena más lógica. Aún así lo más curioso son los refinamientos que rodean a este café mediterráneo.

Coincidiendo con mi paso por la región, mi amiga Mónica Meroño insistió en que fuéramos a la empresa José Díaz ( www.josediaz.es) especializada en suministros de menaje para hostelería. Nos recibe su propietario, José Ángel Díaz, hombre risueño, quien tras los saludos de rigor nos abre un estuche con los ingredientes necesarios para preparar el asiático.

En su interior, dos vasos de cristal tallados, una bolsa con café, dos ½ botellas, una con Licor 43 y otra con brandy Soberano, un tubo de leche condensada La Lechera, y un sobrecito con granos de café y palos de canela. Y como remate, el díptico con la receta.

Con un entusiasmo inusual, Díaz, defensor de la teoría portuaria, nos explicó que los vasos eran gruesos para soportar las altas temperaturas de la bebida. Que estos recipientes los adquiría años atrás en Cartagena a la firma Santa Lucía, que después tuvo que recurrir a la fábrica Vidrala y que ahora tenía que comprarlos en el extranjero. Vaya exigencias, pensé para mis adentros.

Como su objetivo era que disfrutáramos con un buen asiático le había pedido a su amigo Francisco Bernal ( www.cafesbernal.es), virtuoso de la zona, que se acercara a prepararnos uno. Gracias a ambos he probado por vez primera en mi vida un asiático como mandan los cánones.

¿Pero qué demonios es un asiático? Algo tan sencillo como la superposición de un café bombón (café con leche condensada) y un carajillo (café con brandy) Dos en uno, mejor que ambos por separado. Sólo que en este caso - detalle estratégico - se le añade al conjunto una cucharadita de Licor 43 y, si se quiere, canela rallada. Contundente pero magnífico para los golosos como es mi caso.

Tengo que decir que en su versión genuina el asiático es una bebida para marineros curtidos. Caliente, muy azucarado y bien cargado de brandy. El de Bernal era ideal para faenar de madrugada Al llegar a casa he rectificado la receta, me lo he preparado más suave y me ha parecido una combinación espléndida.

Nos quejamos a veces de la falta de diseño que tienen muchos productos de alimentación españoles y citamos como ejemplo el packaging de franceses e italianos. El estuche del asiático deja claro lo que puede dar de sí un café ilustrado con web y receta incluida ( www.asiaticocartagena.com)

La receta original consiste en un café con leche condensada y coñac, acompañado de unas gotitas de Licor 43, un par de granos de café, corteza de limón y canela, aunque actualmente se suele prescindir de los granitos de café y la corteza de limón.

Comúnmente se sirve en una copa especial, realizada en cristal más grueso del habitual para evitar el colapso térmico del recipiente, y cuyo diseño está inspirado en el de la antigua Fábrica de Cristal de Santa Lucía. Este nuevo vaso sustituyó a la copa de vermú que se utilizaba originalmente debido a su mayor resistencia, y desde 1945 es la empresa José Díaz la que se encarga de su fabricación y comercialización.

El origen de la receta como la conocemos hoy se remonta a los años 1940, cuando fue preparada por Pedro Conesa Ortega en su establecimiento de El Albujón en Cartagena, el bar Pedrín. La bebida sin embargo ya era conocida con anterioridad, con variantes, por los pescadores de Cartagena, que solían llevar consigo un café de poca calidad ("recuelo"), coñac y leche, que les ayudaba a mantenerse calientes y despejados durante la faena.

En un principio la bebida se llamaba "ruso", si bien su nombre se sustituyó por el actual, "asiático", debido a las connotaciones políticas del primero en una época en que se asociaba la palabra a la Rusia soviética.

Para aprender ha hacer un buen Asiático, pincha aquí.

En el año 2011, Pedro Trillo-Figueroa, presenta su exposición "Algunas formas de tomar un Asiático" y reúne en torno a su pintura y al Asiático a numerosas oersonalidades como Arturo Pérez-Reverte, Federico Trillo-Figueroa, Carla Royo-Villanova, Tomás Martínez-Pagán o Carlos y José Àngel Díaz. A partir de entonces se suceden iniciativas en la ciudad como "La ruta del asiático" o el "Asiático-Shop". En la actualidad desde el Ayuntamiento se busca potenciar la bebida como un símbolo de la ciudad de cara a explotarlo como un elemento típico para los turistas, para lo que se llevan a cabo campañas de información en los negocios.

C. Marco