Lo primero y antes de que te sientes para el café, quería pedirte disculpas. La semana pasado no asistí a nuestra cita semanal de nuestro café. De veras que lo siento. Pero se me mezcló un ataque de alergia fuerte con un catarrazo y no podía abrir los ojos ni para escribir. Me molestaba bastante estar escribiendo delante de una pantalla. No me lo tengas en cuenta....
Así que este viernes cojo la taza con más ganas.
Tengo ganas de contarte un hecho que me ocurre todos los años por estas fechas. Y es cuando por fin me decido, busco tiempo y hago el cambio de ropa de temporada. De repente, vienen unos días con temperaturas más altas, las hay osadas y valientes que lucen piernas sin medias e incluso sandalias... Así que con valor e 'ilusión', me dispongo a la tarea de hacer el cambio de ropa de temporada. Y no solo el mío claro, el de mis tres hijas también..... Lo confieso sin pudor. Es una tarea que no me gusta nada, incluso te diría que me pone de mal humor.
Y lo peor no es eso... después de varios días con ropa de todo tipo, tallas y colores pululando por casa, cuando ya doy por finalizada esta tarea, bajan las temperaturas.... Esto es un hecho científico que no sé por qué nadie ha estudiado en profundidad. ¡Vamos se merece, como poco, una tesis doctoral! Es un hecho similar a que llueva cuando lavas el coche o que venga el autobús cuando enciendes un cigarrillo...
Menos mal que yo sigo los consejos de mi querida Andrea Amoretti, y había dejado mucha ropa de entretiempo. Además este año he sacado la ropa que me voy a poner, y no he guardado, de la ropa de invierno, ningún 'por si acaso'. He tirado/donado camisas blancas por doquier y me he puesto una nota en el armario recordándome que tengo que aprovechar las rebajas para comrar camisas nuevas (lo mío con las camisas y camisetas blancas en una adicción de libro).
Querida Andrea, ya sabes que tengo tus pistas de estilo puestas en mi armario y yo creo que él lo agradece. Me sigue sin gustar esta tarea, pero haciéndola de 'tu mano' por lo menos la hago con una sonrisa en la boca.
Se nota que no habíamos hablado la semana pasada, y menudo speech me he marcado.
¿Tú qué tal? ¿Has hecho el cambio de ropa de temporada?