Con esto presente, se me ocurrió una pregunta, un poco tonta, pero que me hizo replantearme el desayuno. Esta pregunta era tan sencilla como ¿porqué tengo que beber el café? y pensé, seguramente habrá alguna manera de preparar un café “sólido” pero a la vez jugoso.
Con esa idea me puse a buscar con la idea “de comer el café” pero con el objetivo de conseguir la misma sensación de sabor que al beberlo, sin tener que masticar granos de café, ya que se trataba de sustituir una taza de café con leche por algo solido, jugoso y con un sabor similar.
Buscando recetas, encontré algunas donde el café era un pequeño ingrediente, pero más bien como un complemento para darle sabor, pero probando las recetas, el café en sí quedaba atenuado, por lo que el resultado final no era lo que yo buscaba, ¡así que me tocaba experimentar!.
Para preparar esta receta, me he basado en la receta de Magdalenas con chocolate del blog de Cova, Comoju [comoju.blogspot.com.es/2007/04/magdalenas-con-chocolate.html], así que la receta está dedicada a ella.
A esta receta te adelanto que he tenido que hacer algunos cambios sustanciales no sólo para emparejarlo con un café con leche sino además con los vinos Gomara Moscatel Málaga y Torres Floralis Moscatel Oro, de los que ya te he hablado en varias ocasiones.
Origen del plato: Elaboración propia elaborada en Suecia.
Tiempo de preparación: 40 minutos
Tipo de plato: Desayuno, Aperitivo o Postre
Ingredientes para 8 magdalenas grandes:
– 60 ml. de leche entera
– 40 ml. de café de extracción en frío (para conseguir un café más intenso)
– 300 ml. de mantequilla
– 4 huevos medianos
– 300 gr. de azúcar
– 300 gr. de harina
– una cucharadita de café de levadura
Elaboración:
Pon a calentar el horno a 220º y cuando esté caliente bájalo a 180º
En un cazo añade la leche y el café de extracción en frío y calienta a fuego muy lento hasta que se mezclen bien y luego déjalo a un lado.
Mientras tanto en otro cazo calienta, a fuego muy lento también, la mantequilla, hasta que quede totalmente líquida y luego retírala para que se enfríe un poco.
Tamiza la harina con la levadura en un bol y luego mézclalos con el azúcar.
Echa las claras de los huevos en otro bol y bátelas bien hasta que queden espumosas.
Añade la leche con café y bátelo bien.
Añade poco a poco la harina con la levadura sin dejar de batir hasta que quede pastosa.
Añade la mantequilla líquida y bátelo todo muy bien.
Ve añadiendo el resto de la harina y las yemas de los huevos, batiendo sin parar hasta que quede una pasta consistente. No te preocupes si sale bastante oscura, es por el café.
Añade la mezcla sólo la mitad de cada molde (yo he usado moldes grandes).
Coge la bandeja con los moldes y métela en el horno durante 15 minutos.
Saca la bandeja del horno y tápala con un paño, dejándola reposar unos 20 minutos, aunque yo prefiero dejarlas para el día siguiente, así se consigue que estén más consistentes.
Y ya está todo listo para servir.
A parte de acompañarla de café, esta receta está pensada para Gomara Moscatel Málaga, un tinto monovarietal moscatel, donde su aroma dulzón y meloso combina bien con el café de la magdalena, lo que hace que el bocado sea más intenso después de un sorbo de este vino.
Si además quieres algo más suave y que complemente con la magdalena, Torres Floralis Moscatel Oro es una buena elección, ya que al ser tan ligero pero concentrado en boca, junto al sabor amargo del café hace que sea más jugoso cada bocado.
Si por otro lado prefieres una magdalenas con sabor a café, puedes hacerlas igual que antes pero cambiando un poco los ingredientes…
De hecho, esta receta ha sido muy leída, incluso, también, ha sido seleccionada para el Menú de PTITCHEF como una destacada, lo que para mi ha sido una gran noticia; y para más inri, hace unos días Javier Romero publicó el vídeo de su programa para la televisión riojana STV Rioja donde preparaba esta misma receta.