Café Ferrara en la Pequeña Italia

Por Martineznotte Alejandro Martínez Notte @martineznotte

Si te encuentras de visita por La Pequeña Italia no puedes dejar de visitar el Café Ferrara, una de las más antiguas panaderías y cafés de Manhattan. Inaugurada en 1892 por Enrico Scoppa y Antonio Ferrara, se trata de un negocio familiar en el que cinco generaciones continuaron fabricando sus productos como antaño. Enrico Caruso, el tenor italiano más popular durante los años 20 y uno de los pioneros de la música grabada, fue una de las primeras figuras a nivel mundial que frecuentaron la cafetería. Ferrara también fue, y sigue siendo, el lugar al que van los políticos a buscar sus votos, pudiendo mencionar entre sus clientes, figuras como Nelson Rockefeller y Ronald Reagan.

En 1930 llegó a Nueva York Pietrop Lepora, sobrino de Antonio Ferrara, quien cogió las riendas del establecimiento. Entre sus estrategias para mejorar el negocio, realizó la exportación de torrones durante la guerra, los cuales son en la actualidad la parte más importante de la división de ventas por correo. Además de vender café y galletas, Ferrara sirve a sus clientes pizza, paninis, helados, postres y tortas.

Ferrara se encuentra abierto los siete días de la semana. De domingos a viernes abre de ocho de la mañana hasta medianoche, mientras que los sábados cierra a la una de la mañana. Ubicado al 195 de la calle Grand, tiene un lugar en el corazón de la zona. Se puede llegar cogiendo los trenes N, R, J que van a Canal Street y se detienen a dos cuadras del café. No es posible realizar reservas y, dado lo concurrido que es Ferrara, es recomendable ir con tiempo.