Echando un vistazo rápido al listado de las canciones preparadas por Café Negro no quedaba ninguna duda de que lo que nos iba a deparar la próxima hora y media iba a ser de aúpa: la mezcla poderosa (Albert King, Ike And Tina Turner y Canned Heat) de "The Hunter", la magia del ritmo de "Cissy Strut", un standard del Rythm And Blues como es "Respect", el eterno espíritu de los Blues Brothers con "Peter Gunn Theme", "Superstition" o "I Got A Woman". Todos clásicos en algún que otro momento del llamado Sonido Negro. Podría intentar colar expresiones ya monótonas al hablar de este mundo como 'ritmo infeccioso' o cosas por el estilo... Pero paso de ello porque sinceramente lo que más me gustó de la noche, además de estar en compañía de mis buenos amigos, fue poder escuchar unos cuantos temas originales de Café Negro.
Que una banda dedicada a desempolvar clásicos noche tras noche se atreva a sacar a la luz cancioncitas propias, nuevas y frescas es, según mi opinión, como una especie de milagro. Un acto de valentía digno de todo elogio por nuestra parte debido a dos sencillas razones: a) Me da que este mundo musical negroide suele caer mucho en la autocomplacencia sonora, la revisitación de clásicos y repetición de esquemas, por lo que no debe ser tarea fácil lo de ponerse a revitalizar y colorear el sonido con ideas propias y encima que te hagan caso. b) Para más inri, resulta además que este mundo está plagado de canciones que son himnos mundiales y de artistas (léase Stevie Wonder o Ray Charles) que son dioses de la Música. Y entiendo que puede acongojar un poco al personal.
De la suma de a) y b) podríamos pensar que el concierto de ayer estuvo guapísimo, que fue pintón y que se bailoteó un montón pero que rascando y profundizando un poco más allá de la mera superficie no pudimos encontrar nada interesante pero la vida te da sorpresas, estamos hablando de Café Negro y éstos no es que tuvieran un par de ases escondidos en la manga... ¡Es que tenían tres!
"La Diva" y "El Tren De La Habana" son dos composiciones propias en las que Javier Oliver y compañía (si no me equivoqué al prestar atención son Pedro Sáez al saxo, Jorge Martín al trombón, José Valencia a la guitarra eléctrica, Juan Amores a la batería y el bajista del que no recuerdo el nombre y lo siento en el alma) dan un giro de tuerca a la música que vienen haciendo habitualmente: mixtura, originalidad... Son siempre elementos bienvenidos:
"Johnny B. Goode" es ese clásico instantáneo del Rock And Roll parido por Chuck Berry pero que yo siempre he vinculado a Johnny (DiosletengaensuGloria) Winter y que ahora, gracias a la espídica y entrañable interpretación vocal Jorge Martín, asociaré también a Cafe Negro. De lo mejor de la noche y no bromeo, pese a los intentos de pogo por parte de alguien del público que jamás entenderé.
En otro orden de cosas, tras una cuantas 'cerves' con los amigos lo normal es que después de un rato haya que ir a miccionar. Es fisiológico. Te sitúas, concentras en el tema y de repente te das cuenta que suena el "I Feel Good" de James Brown... ¿Casualidades de la vida?
Para redondear la fiesta, la última canción también era del Padrino del Funk. Una pieza que no falla nunca: "Papa´s Got A Brand New Bag". La banda baja a pie de pista, se cuelan unos 'geropa' y 'sexmachina' de por medio, cierro brevemente los ojos y emprendo un pequeño viaje al pasado al caer en la cuenta que esta canción la escuché por primera vez en un triple recopilatorio de Soul que me compraron mis papis en el Círculo de Lectores a mediados de los 90... When we were youngs... Te cagas.