Este año, con motivo del estreno en navidades de la séptima entrega de mi saga galáctica favorita, decidí cambiar mi tradicional bastoncillo de madera, por un sable laser jedi de primera categoría.La primera ronda de regalos se hizo esperar, el tió se iba poniendo rojo, por lo visto estaba haciendo un gran esfuerzo, debía ser un regalo muy y muy grande.
Y si, fue muy grande, aun no sé cómo lo hace, pero este regalo es incluso mucho más grande. Al levantar la mantita del Tió apareció ante mis ojos un jamón espectacular. No me lo esperaba, pero bienvenido es, jejeje. Menudas merendillas me esperan.
En las siguientes tandas fueron regalos más de mi estilo. Unas gafas de sol superchulas, una botella de refreso, un palo selfie para hacer fotografías, una divertida Tardis (la nave del Doctor Who) con movimiento, un cepillo de dientes de Star Wars con música incluida (que gozada va a ser limpiarme los dientes ahora)...
Y en la tercera tanda y última... una almohada superchula de Los Vengadores y una bufanda chulísima de Los Guardianes de la Galaxia. Como mola!!!!!!
Un año más el Tió de Nadal se ha portado fenomenal, lo quiero un montón.
Ahora solo espero que no se marche muy pronto, que como siempre se quede unos días más en casa, es muy divertido tenerlo por aquí.
Un hociquito ilusionado.