El riesgo de lesionarse a la hora de jugar amistosos en los últimos días previos a los mundiales pareciera ser mayor al que se corre en un partido durante una temporada. El tiempo restante para el inicio de la competición es poco y algunos jugadores aún compiten por un lugar entre los 11 titulares, lo que los lleva a desgastarse más de lo normal.
Esta situación hace que el riesgo aumente, pero mantenerse en ritmo futbolístico es una necesidad, por lo que los amistosos no dejan de ser necesarios. Algunos prefieren enfrentamientos con equipos de menor nivel, para ganar confianza con resultados abultados, otros prefieren rivales del más alto nivel mundial, para ver dónde están parados y que falencias faltan resolver.
Seguramente, un rival no clasificado haga menos hincapié en la precaución del físico y no tenga la misma actitud en cuanto al roce con los rivales y uno que jugará el Mundial en pocos días, se cuide mucho a la hora de chocar con los rivales, y hasta prefiera perder una pelota antes de arriesgarse a un golpe.
De todas formas, el riesgo siempre esta, las lesiones no solo aparecen en los partidos amistosos y no hay equipos exentos de accidentes o mala suerte.
¿En que se basan los entrenadores a la hora de elegir un rival para estos partidos? ¿Importa que el rival también participe de la Copa del Mundo? ¿O directamente conviene no jugar como hace la Selección Argentina?