Caigan, déjense caer

Publicado el 24 enero 2014 por Elinfiernodebarbusse
 
Quizá no lo han visto y no se han enterado. O quizá lo han visto y han preferido mirar para otro sitio, disimuladamente, con un desabrido mohín en la boca, como si fuese algo que no tiene -ni quieren que tenga- que ver con ustedes. De ese modo -se dicen, se mienten a sí mismos-, su conciencia queda liberada, queda exenta del fatigoso e ingrato trabajo de tener que desaflojar el deseo, aquietar el ansia, minimizar el impulso súbito. Ojos que no ven, corazón que no siente. (¡Y encima se lo llegarán a creer!)
Sea como fuere, yo estoy aquí -recuerden- para no dejar pasar lo que es necesario saber, lo que debe saberse, lo que -a su pesar y en el fondo- exigen saber. Y saben -ya lo dijo Wilde- que el mejor modo de vencer una tentación es caer en ella. 
Por eso, déjense caer,
caigan,
disfruten cayendo...
aquí.