Fue un 14 de abril, casi siete lustros atrás. Caimán en el teatro Alameda de San Fernando, un sábado !a las doce del mediodía! Como no podía ser menos, empezó a las dos de la tarde, claro, y fue glorioso. Kiko Guerrero, el legendario baterista que militó en ambas formaciones señeras de rock hecho en Andalucía, cuelga esta miscelánea en su facebook y Paco Delgado, el fino guitarrista caitano, recuerda la existencia de un grupo, Fotos Antiguas de Músicos de Cádiz y Provincia, que contiene docenas de imágenes de bandas tan recordadas, de instrumentistas en la flor de la vida y de festivales como Caimán, precisamente. Sonaron de maravilla. Imán y Cai emocionaron al público que llenaba el patio de butacas y al amplio anfiteatro. Ambos grupos saboreaban las mieles de sus álbumes de debut, los límites de las mentes diminutas y los tarantos del califato independiente, que la gente conocía de memoria, aunque pronto enfilarían otras sendas, noches abiertas y caminos del Águila. Corrían tiempos veloces, días de descubrimiento. Diego Fopiani vivió una jornada muy especial, como todos pero con más veras, pues su mujer Luisa se hallaba a punto de dar a luz en Zamacola, de hecho tuvieron su primer hijo en el mismo 14 de abril de Caimán, horas después del festival, señal de que venían nuevos tiempos.