Cajón de-sastre: Aquellos maravillosos 80´s

Publicado el 07 septiembre 2012 por Silvia Filóloga @silviafilologa
Cuando sonaban sus primeros acordes, el mundo se detenía. Estuviésemos haciendo lo que estuviésemos haciendo, lo dejábamos y nos sentábamos delante de la tele, como bobos, con un bocadillo de Nocilla en la mano y el mando a distancia en la otra. Sonaba la música y empezábamos a cantar la canción, con el volúmen de la caja tonta a tope, dando botes en el pobre y mullido sofá, con la boca llena de pan y las migas cayendo, manchándonos la ropa de cacao y nuestras mamás gritándonos que no diéramos un escándalo ni jolgorios, que nos escuchaban los vecinos de al lado. Y por supuesto, cuidado con las manchas en el pantalón o la camiseta de turno que luego no saltan ni con lejía. Todo eso no importaba cuando se asomaban a la televisión los dibujos animados de hace 20/25 años. En definitiva, la banda sonora de la infancia de much@s, que ahora rondan la misma edad que aquellos: la treintena.
Y es que l@s de mi quinta, l@s nacid@s en los 80´s, seguro que con el mínimo esfuerzo recuerdan las canciones de muchas series animadas y son capaces de tararearlas de cabo a rabo, para sorpresa de lo que nuestro cerebro es capaz de guardar en la memoria por muchos años que pasen. Todos sabemos que David el Gnomo, siempre de buen humor, es 7 veces más fuerte que tú; que 1, 2, 3, 4, locos los 4 son los Trotamúsicos de Bremen; que en un pueblo italiano vive nuestro amigo Marco, en una humilde morada. Sabemos que Oliver y Benji allá van con el balón en los pies, y ninguno los podrá detener; que eran 1, 2 y 3 los famosos Mosqueperros y el pequeño Dartacàn siempre va con ellos. Además, que son 80 días son, 80 nada más para dar la vuelta al mundo, en barco, en elefante o en tren. Y que Ruy se lanza, contra el enemigo, qué valiente es como ninguno. Y así, hasta el infinito y más allá, como diría nuestro amigo y vaquero Woody.

Amigos de infancia televisiva

En verdad, con estos dibujitos aprendíamos valores tan bonitos como la amistad, el respeto por la naturaleza, el no ser mejor que nadie, la lealtad,... Nos estretenían una barbaridad, y eran series de calidad. Lástima que los niños de hoy se entretienen con cualquier cosa, o debería decir chisme tecnológico, porque ya ni la tele les gusta y ni siquiera este aparato que tenemos tod@s en casa (hoy día relegado por Internet) está por la labor de velar por ellos. Algunas de estas series eran hasta bastante didácticas y pedagógicas, como las recordadas Érase una vez... el cuerpo humano, donde veíamos cómo eramos por dentro, con los glóbulos rojos y blancos corriendo por nuestra sangre, entre otros órganos, ... y el hombre, con el que viajábamos desde la prehistoria hasta la era moderna. Toda una lección de anatomía humana e historia.
 Ahora sólo me queda preguntar: ¿te acuerdas? Hincha tus pulmones y vuelve a cantar las canciones de los dibujos de los 80´s. Si peinas la treintena en primaveras seguro que los recuerdos dulces vendrán; unos tiempos que ahora daríamos lo que fuera por volverlos a vivir. Ojalá tuviésemos una máquina del tiempo para regresar a esos maravillosos 80´s. Hoy me siento nostálgica.

PODCAST: escucha y disfruta esas sintonías ochenteras de unos dubujitos animados con sumo encanto que nos marcaron de pequeñit@.
PLAYLIST: visiona las cebeceras u openings, muchas inolvidables y clásicas, muy grabadas en la retina. No podías dejar pasar una sóla tarde sin verlos.


Filóloga Bibliófila