Cajón Deportivo…por César del Campo de Acuña
Aficionados al deporte, sean bienvenidos una vez más a Cajón Deportivo, la sección dedicada a recordar a todos aquellos ídolos del deporte que han caído, más o menos, en el olvido. Hoy les voy a hablar de uno de los mejores pesos welter de todos los tiempos.
¿Por qué le recordamos?: Como he señalado con anterioridad, los aficionados al deporte en general y al boxeo en particular le recordamos por ser uno de los mejores pesos welter de todos los tiempos y por ser uno de los púgiles con mayor pegada dentro de su categoría de peso. Por otro lado es recordado por sus dos grandiosas peleas contra Alexis Argüello.
¿Qué fue de él?: Falleció el 9 de octubre de 2016 debido a una enfermedad cardiaca con la que llevaba años luchando. Es probable que su tumultuosa vida llena de escarceos con las drogas durante su mejor momento tuviera que ver a la hora de agravar su condición cardiaca. Una vez logro dejar su adicción a mediados de la década de los 90 se convirtió en pastor de una Iglesia Bautista y regento un gimnasio en el que entrenaba a chicos para alejarlos de las calles mientras les hablaba de Dios y de lo perjudiciales que son las drogas.
¿Sabías que…?: Antes de hacerse profesional Pryor tuvo una estupenda carrera como púgil amateur. Disputo un total de 220 combates, ganado 204 de ellos (100 por la vía del KO). Por si eso sonara a poco el boxeador natural de Cincinnati en 1973 y 1975 se hizo con el campeonato de la National Amateur Athletic Union de su categoría y peso. En 1976 represento a los Estados Unidos en los Juegos Panamericanos celebrados en la ciudad de México pero perdió en la final ante el canadiense Chris Clarke. Ese mismo año se hizo con los Guantes de Oro tras derrotar en la final al futuro campeón Thomas Hearns. Sin embargo, a pesar del impulso obtenido, perdió frente a Howard Davis Jr. en las pruebas de selección para los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 (Por cierto, Davis Jr se haría con el oro en la cita olímpica) pero fue seleccionado como sustituto en caso de que su compatriota se lesionara.
Dio el salto al profesionalismo el 12 de noviembre de 1976. Se embarca en una racha increíble de 24 victorias (23 de ellas por la via del KO/TKO) que le abren las puertas a una pelea por el cinturón de los pesos welter versión World Boxing Association (WBA) y The Ring en manos del colombiano Antonio “Kid Pambele” Cervantes. Le derrota por la vía del KO en el cuarto asalto en un combate disputado el 2 de agosto de 1980 en el Riverfront Coliseum de su natal Cincinnati.
Pryor, llamado el halcón por practicar un boxeo agresivo que no paraba de castigar al adversario de turno con incesantes golpes en todas partes, defendió su título de campeón de la WBA hasta en 8 ocasiones. Pero no fue hasta tumbar al japonés Akio Kameda en el sexto asalto de su sexta defensa que ocurrió algo significativo. Entre el público asistente del citado combate se encontraba el púgil nicaragüense Alexis Argüello. Durante la entrevista posterior al combate sobre el ring, Pryor vio a Argüello entre el público y le reto diciéndole: “Esto es nada comparado con lo que le haré a Argüello, se va a arrepentir de pelear conmigo – apunta a Argüello – ¡Tú, Argüello, te quiero a ti, te voy a destruir!” el boxeador nicaragüense, apodado El Caballero del Ring (y El flaco explosivo) subió al cuadrilátero y le dijo a Pryor: “Aaron, eres un gran campeón y será un honor compartir el ring contigo. Que Dios te bendiga”. Al boxeador de Cincinnati le cambio el rictus ante esas palabras y solo acertó a decir: “Gracias… gracias, Alexis… que Dios te bendiga también.”
Se midieron en dos ocasiones con mismo resultado: Pryor siempre salió victorioso. La primera pelea entre los dos púgiles se disputo el 12 de noviembre de 1982 en el Orange Bowl de Miami, Florida. El Halcón derroto a El caballero del ring por la vía del TKO en el asalto 14. Pero, a ojos de muchos aquella victoria no fue limpia. Durante todo el combate el púgil afroamericano estuvo bebiendo de una botellita recubierta con cinta aislante de color negro que, supuestamente, “le revivió” en los momentos más duros de la contienda. Pryor y sus preparadores defendieron durante muchos, muchos años que la citada botella tan solo contenía un líquido con sabor a menta. La sospecha, evidentemente, nunca ha dejado de planear sobre aquel combate. El segundo enfrentamiento se produjo el 9 de septiembre de 1983 en el Caesars Palace de Paradise, Nevada. En aquella ocasión no hubo controversia y Pryor derroto a Argüello por la vía del KO en el décimo asalto. Aquel combate fue su última defensa del Campeonato mundial de su peso de la WBA. Además, tras esa pelea se convirtió en Campeón Lineal de su peso. Como curiosidad debo destacar que el mismo y Argüello dijeron que se retiraban del boxeo tras su segunda pelea.
The Ring dijo en sus páginas en 1982, que la pelea entre Aaron Pryor y Alexis Argüello en el Orange Bowl de Miami fue/seria la pelea de la década. Curiosamente, y posiblemente por las sospechas que levanto la botellita de la que Pryor bebió durante todo el combate, no se llevó el premio a La pelea del año otorgado por la prestigiosa revista. Tal honor recayó en la contienda que enfrento a Bobby Chacon y Rafael Limon IV.
Muchos estudiosos y aficionados al boxeo argumentan que aunque Pryor fue un gran boxeador nunca se enfrentó a grandes rivales. Sus dos memorables combates con Argüello están empañados por el hecho irrefutable de que el púgil nicaragüense se encontraba en el ocaso de su carrera (de hecho, tras su segunda derrota solo subió al cuadrilátero en cuatro ocasiones más). Por otro lado, cuando pudo enfrentarse a Sugar Ray Leonard en 1981 las dos partes no llegaron a un acuerdo económico. Cuando en 1982 si lo lograron, Leonard se tuvo que retirar prematuramente por un desprendimiento de retina. Cuando Sugar Ray Leonard volvió al ring en 1987 Pryor tenía tantos problemas con las drogas que se antojaba impensable una pelea entre ambos. Pryor, en alguna que otra entrevista, dejó caer que Leonard fue el que no quiso subir al ring con el. Otro boxeador con el que pudo cruzar guantes pero no lo hizo fue con Roberto Duran. Una vez más las partes no se pusieron de acuerdo en la bolsa y la pelea no se disputo. Pryor sin lugar a dudas se enfrentó a buenos boxeadores pero ninguno de los realmente grandes estaba en su mejor momento.
Bob Aurum, promotor de alguno de los mejores combates de Pryor, dijo que el púgil podría haber sido más grande. El afamado promotor dijo concretamente: “Pryor era un peleador estupendo, pero a la misma vez era su peor enemigo. Sus habilidades boxísticas hacían temblar a otros grandes peleadores de su época, como Ray Leonard. Pero su conducta errática no le permitió alcanzar los altos niveles de popularidad que pudo haber llegado”. Y es que los problemas de Pryor con la cocaína le hicieron perder todo lo que había ganado sobre un cuadrilátero. De hecho, antes de que sus problemas con las drogas fueran ostentosamente notorios fue tiroteado en el brazo derecho por su segunda mujer en 1980. En 1992 era un vagabundo adicto al crack que mal vivía mendigando por las calles de Cincinnati.
Evidentemente, ante de su descenso a los infiernos subió al ring en unas cuantas ocasiones más. Tras ser despojado de su título de la WBA cuando la policía encontró cocaína en su casa tras la segunda pelea con Argüello, se enfrentó al canadiense Nick Furlano por el título de Campeón Mundial de su peso versión International Boxing Federation (IBF) en junio de 1984. Le derroto por Decisión Unánime tras 15 asaltos. Defendió la corona en una ocasión ante Gary Hinton (al que derroto por Decisión Dividida) en marzo de 1985. Al no concretar oponentes y no boxear por sus problemas con las drogas la IBF le despoja de su título. No volvió a pelear hasta el 8 de agosto de 1987. Tras aquel combate no vuelve a ver acción hasta el 15 de diciembre de 1988. Sus últimas peleas son en 1990. El propio Halcón, durante sus últimos años sufrió un desprendimiento de retina que le alejo definitivamente del pugilismo. Su record como profesional quedo resumido en 39 victorias (35 de ellas por KO) por solo 1 derrota.
En 1993 encontró a Dios. Hizo un tratamiento de desintoxicación y se mantuvo alejado de las drogas hasta que murió el 9 de octubre de 2016.
Fue nombrado miembro del Salón de la Fama Internacional del Boxeo en 1996 junto a Manuel Ortiz, Joe Brown y Wilfred Benítez. The Associated Press le nombró el mejor Welter del Siglo XX y el Salón de la Fama del Boxeo de Houston (Texas) en 2014 le nombró el mejor peso welter de la historia.
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