Cajón Deportivo…por César del Campo de Acuña
Aficionados al deporte, sean bienvenidos una vez más a Cajón Deportivo, la sección dedicada a recordar a todos aquellos ídolos del deporte que han caído, más o menos, en el olvido. Hoy les voy a hablar de una de las grandes figuras de los New York Knicks durante la década de los 90.
¿Por qué le recordamos?: Los aficionados al deporte en general y al baloncesto en particular le recordaran por ser uno de los jugadores más carismáticos de los New York Knicks de la década de los 90. Por otro lado, los seguidores del equipo neoyorquino siempre le recordaran por lo desacertado que estuvo desde la línea de tres en las finales que disputo contra los Houston Rockets y por el tapón que le puso Hakeem Olajuwon en el sexto partido (si Starks hubiera anotado aquel tiro los Knicks probablemente hubieran ganado su tercer campeonato de la NBA).
¿Qué fue de él?: Se retiró del baloncesto profesional tras la temporada 2001/02 en las filas de los Utah Jazz. Desde entonces Starks forma parte de los Knicks como analista para los partidos disputados en el MSG, fue entrenador del equipo de Slamball conocido como Maulers y publico sus memorias (John Starks: My Life) en 2004. Por otro lado es socio en la marca deportiva Zipway y de la Stamford Cigar Lounge. Sumen que desde 1994 preside y aporta fondos para la John Starks Foundation, una organización sin ánimo de lucro que se dedica a dar asistencia financiera por medio de becas de estudios.
¿Sabías que…?: Como muchos otros deportistas afroamericanos que llegaron a la elite, John Starks creció en el seno de una familia desestructurada. El tercero de siete hermanos (cinco chicos y dos chicas) y todos, salvo dos, de diferentes padres. Johnty, que es el apodo cariñoso que le pusieron en su casa, se acostumbró pronto a pelear con sus hermanos, a ver como los hombres que pasaban por la vida de su madre (se casó tres veces) le ponían la mano encima y a practicar todo tipo de deportes gracias a su abuela. La primera vez que Starks cogió un balón de baloncesto tenía 7 años. A diferencia de otros jugadores que llegaron a la elite, John Starks no aprendió los fundamentos del baloncesto en el instituto, sino que lo hizo en los playgrounds de Tulsa. Starks tan solo jugo una temporada en el equipo de su instituto (Tulsa Central High School) por lo que no logro beca deportiva alguna. Parecía que el futuro de aquel chico que había crecido idolatrando a Julius Irving no estaría dentro de una cancha de baloncesto.
Starks no desistió y se matriculo en el Rogers State College. Entro en el equipo de baloncesto, pero formaba parte de esos jugadores que solo saltaban a la cancha en caso de que uno de sus compañeros se lesionara o fuera suspendido. Háganse la idea de que estos jugadores veían los partidos desde la grada. Pero su estancia en la citada institución académica no duro demasiado ya que fue expulsado por robar el estéreo de otro estudio. Fue transferido al Northern Oklahoma College. Llego al equipo pero entre que le pillaron fumando cannabis en su habitación y fue encontrado culpable de un robo tampoco duro mucho allí. De ahí se marchó al Tulsa Junior College donde llamó la atención de Ken Trickey. Este le llevo al Oklahoma Junior College y tras un año allí termino su periplo universitario en Oklahoma State University.
A pesar de que su carrera universitaria no fue especialmente brillante Starks no dudo en presentarse al Draft de 1988. Aquel año llegarían a la NBA jugadores como Rik Smits, Mitch Richmond, Dan Majerle y Anthony Mason entre otros. Starks no fue tan siquiera elegido pero hizo una prueba con los Golden State Warriors y estos le ficharon en septiembre de ese mismo año como agente libre. No jugo mucho en aquella temporada (pocos minutos en los 36 partidos en los que salió a la cancha) debido a la importancia capital que gano rápidamente en el equipo Mitch Richmond (el jugador que los Warriors escogieron ese mismo año con la quinta posición del Draft y que terminaría convirtiéndose en el Rookie del Año). El 16 de junio de 1989 los Warriors cortaban a Starks.
A pesar de no encontrar su sitio en la NBA Starks no cejo en su empeño de seguir siendo jugador profesional de baloncesto. Su primera parada en ligas menores se dio durante la temporada 89/90 en las filas de los Cedar Rapids Silver Bullets de la desaparecida (en 2009) Continental Basketball Association. Tras aquella temporada jugo en 1990 para la única temporada de existencia de los Memphis Rockers de la World Basketball League. Entonces llego su oportunidad de volver a la NBA.
Como John Starks se hizo con un hueco en los New York Knicks de los 90 probablemente sea una de las anécdotas deportivas relativas al baloncesto más famosas y repetidas durante aquella década. El equipo de la Gran Manzana le llamo para unas pruebas y Starks viendo que su tiempo se acababa tras algunas semanas en la dinámica del grupo decidió hacer algo increíble en uno de los entrenamientos para que le firmaran. Jugando en el equipo de suplentes, Starks vio una línea clara hacia la canasta. Tenía el objeto de hacer un mate estratosférico pero en el aire se topó con los 2 metros y 13 centímetros de Patrick Ewing. El resultado fue que Starks termino lesionado por el choque lo que le garantizo un contrato con los Knicks (el cual firmo el 1 de octubre de 1990).
Aquel accidente llevo a John Starks a convertirse en uno de los jugadores más importantes de la franquicia durante la década de los 90. Pasó 8 años en los Knicks, en todos ellos llego a los Playoffs, disputo unas finales, fue seleccionado para el All-Star Game de la temporada 93/94, fue escogido para el segundo mejor quinteto defensivo del año en la temporada 1992/93 y fue nombrado Mejor Sexto Hombre de la campaña 96/97. Pero, más allá de sus logros como Knickerbocker en la cancha (entre los que destaca ser el jugador que ha pasado por la franquicia que más triples ha convertido e intentado) se le recuerda por su coraje, garra y corazón. Hizo grandes migas con el director de cine Spike Lee (el cual, años más tarde, escribiría el prólogo de la biografía de John Starks) por estos motivos.
También es cierto que esa competitividad le llevo a protagonizar feos incidentes con jugadores como Reggie Miller (al que dio un cabezazo durante el tercer partido de Playoffs que enfrento a los Pacers de Indiana con los Knicks de Nueva York en la primera ronda de la temporada 92/93) o buena parte de los Chicago Bulls. Starks tuvo algo más que palabras con Michael Jordan, Scottie Pippen y Horance Grant en varias ocasiones.
Otro de los logros que Starks logro defendiendo la camiseta de los New York Knicks fue el de convertirse en el primer jugador de la historia de la NBA que tiraba más de 200 triples en una sola temporada. Lo logro en la campaña 1994/95 cuando lanzo un total de 217 triples. El anterior record lo tenía Louie Dampier, el cual tiro un total de 199 triples mientras jugaba para los Kentucky Colonels de la American Basketball Association en la temporada 1968/69. El record en la NBA no le duro mucho ya que al año siguiente Dennis Scott le supero con 267 tiros de tres en una sola campaña.
Toda relación termina y la de Starks con los Knicks acabo el 21 de enero de 1999 cuando el equipo de la Gran Manzana le mando, junto a Chris Mills y Terry Cummings a los Golden State Warriors a cambio de Latrell Sprewell. No paso demasiado tiempo en la primera franquicia para la que jugo en la NBA ya que el 16 de febrero de 2000 fue una de las piezas de un traspaso a tres bandas entre los GSW, los Chicago Bulls y los Philadelphia 76ers. Quiso el destino que Starks vistiera durante la temporada 1999/00 en cuatro ocasiones la camiseta de los Bulls, el gran rival de los Knicks durante los 90. Tras aquella experiencia y viendo que su carrera en la NBA llegaba a su fin, Starks firmo como agente libre con los Utah Jazz el 2 de agosto del 2000. Se retiraría tras la campaña 2001/2002.
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