Al llegar a casa decidí variar un poco la receta y probar con otras frutas que eran más de mi gusto. Así que aprovechando que tenía unos moldes pequeñitos de cartón por estrenar preparé tres variedades de bizcochos: una de plátano, otra de manzana salteada con mantequilla y canela y finalmente una de arándanos con crumble.
Estos bizcochos son tan fáciles de preparar y tan buenos que no os podéis resistir a probarlos. Se pueden hacer perfectamente a mano con unas varillas y en 30 minutos los tendréis listos.
Son ideales para compromisos en los que carecemos de mucho tiempo para hacer algo más elaborado o simplemente también para darnos un gustazo.
Si me tuviera que quedar con alguno de los tres no sabría que deciros. Todos están muy ricos y sobretodo esponjosos. De hecho, cuando los llevamos al cumpleaños que teníamos hubo gustos para todos ya que unos prefirieron el de crumble, otros el de plátano y otros eligieron el de manzana.
La receta que os pongo a continuación la hice para tres moldes de cartón que tenía de 16x6 cm pero también la he probado con una sola variedad para un único molde de 21x12 cm. En cuanto a la del crumble la podréis encontrar aquí.