La pastelería Cala Millor acaba de cumplir 40 años convertida en un referente de la pastelería y bollería de calidad en Madrid. Aunque sus orígenes están en Madrid, el nombre de este obrador nos transporta directamente a las Islas Baleares, y no solo por su nombre, también por sus propuestas, que beben directamente del influjo de estas islas.
Cala Millor es un municipio mallorquín muy turístico donde el fundador del emporio familiar, Natalio Pérez Jara, aprendió el oficio de pastelero y se llevó con él las mejores recetas de la repostería mallorquina, esas por las que 40 años después aún te siguen recordando. Como la ensaimada de cabello de ángel, producto estrella de la carta, por el que se ha ganado la fama como una de las mejores pastelerías de la capital.
Sus propuestas son sinónimo de calidad, sólo utilizan materias primas de primera para obtener unos dulces a la altura de quienes aprecian la exquisitez de la pastelería artesana y se apasionan por las cosas bien hechas. Sus dulces se alejan de las modas, los pasteles de Cala Millor son el fruto de la tradición mezclada con la innovación y el buen hacer de un equipo de reposteros capitaneado por Alberto García, tercera generación de la familia y quien solo tiene palabras de agradecimiento para su equipo (Estela, Javier, Eduardo, Andreina, David y Pedro).
Por sus expositores desfilan suculentos eclers, deliciosas tartas y bocados exquisitos, muchos de los cuáles recuerdan a pequeñas joyas que hacen las delicias de los más golosos. La saga familiar ha hecho coincidir su 40 cumpleaños con el lanzamiento de una gama de propuestas healthies en los que han reducido sus azúcares por azúcares moscovados y se han eliminado todo tipo de grasas saturadas. Nuevas ideas pensadas para todos aquellos que apuestan por una vida más saludable pero que no pueden resistirse a un bocado dulce. Como el lemon pie healthy, con crema de limón pero sin mantequilla, o la tartaleta de frambuesa healthy, una nueva versión más sana en la que utilizan azúcar moscovado para el sablé bretón.
Su oferta se completa con una amplia selección de repostería salada en la destacan sus nuevas versiones de cocas saladas como la coca capresse, con tomatito cherry, mozarella, cebolla morada, caviar de berenjena, mahonesa de albahaca, hojas de albahaca y rúcula; la coca de presa ibérica con cremoso de patata con mantequilla, remolacha y presa ibérica sobre base muy fina de chapata de aceite de oliva y orégano y la coca vegetariana a base de calabacín, tomate, berenjena, cebolla pochada, pimiento rojo, pimiento verde y orégano. Su pastelería salada supone a día de hoy el 50% de las ventas del grupo.
Este aniversario ha coincidido con la apertura de una nueva tienda en la capital, en Sanchinarro, aunque esperan abrir más a lo largo de 2019. Esperemos que sigan endulzando las calles madrileñas durante muchos, muchísimos años más. ¡Felicidades!
Cala Millor, 40 años endulzando Madrid. Click to Tweet