Cala Pregonda es una de las calas vírgenes de Menorca más especiales y más apreciadas por los menorquines. Su belleza y sus paisajes de película la convierten en uno de los rincones más bonitos de la isla. Sin dudarlo la incluiría entre las 5 calas más bonitas de Menorca.
Situada en la parte norte de Menorca en un entorno natural protegido que forma parte de un Área Natural de Especial Interés, Cala Pregonda es una playa de arenas doradas con una cierta tonalidad rojiza, debido al tipo de piedra roja de la zona, y de aguas cristalinas de color turquesa. El entorno es realmente bonito. La playa está situada a los pies de una colina bajo varios acantilados.
En frente de la playa hay dos islotes que la resguardan un poco del viento y del oleaje. El islote mayor tiene una playita a la que puedes llegar nadando, y el islote más pequeño tiene un montículo rocoso que recuerda a un monje encapuchado rezando. Cala Pregonda es una playa muy tranquila excepto durante los meses de julio y agosto cuando atrae a gran cantidad de turistas a pesar de la caminata que te tienes que pegar para llegar hasta ella a través de un tramo del Camí de Cavalls. También durante estos meses hay numerosos barcos que fondean frente a la playa aprovechando la protección que brindan los islotes.
Idealmente conviene visitarla en un día sin viento cuando el agua parece una balsa de aceite y su belleza se muestra en su esplendor. No aconsejaría visitarla cuando sopla el viento de Tramuntana ya que en esta parte de la isla pega muy fuerte y puede llegar a ser bastante molesto. En esta cala no hay ningún tipo de servicio así que llévate lo que necesites. No te olvides tampoco las gafas para bucear. Es un sitio muy bueno para esnorquelear.
Cómo llegar a Cala Pregonda
Para llegar a Pregonda hay que coger la carretera que lleva a Fornells desde Mercadal y seguir por el camino que lleva a Cavallería hasta dar con el desvío a Binimel.la / Cala Pregonda. Hay que aparcar el coche en el parking de la vecina playa de Binimel.la. En toda la zona no hay nada más que un pequeño restaurante al final de este párking que no destaca por nada especial. Si quieres comer bien acércate a Fornells.
Hay que atravesar Binimel.la, una playa virgen muy salvaje que no está nada mal, y bordear la costa por un tramo del famoso Camí de Cavalls hasta llegar a Pregonda. El paseo que lleva entre 20 y 30 minutos es muy agradable. Pasas por zonas de una gran belleza natural y por otra pequeña playita donde se ha puesto de moda hacer montículos con las piedras de la zona.
Cala Pregonda es una de las playas que no puedes perderte si visitas Menorca. Su difícil acceso, más porque tienes que caminar un rato que por otra cosa, forma parte de su encanto. El baño después de la excursioncita es una auténtica gozada.