Pero a quienes nos gusta cocinar también disfrutamos con los sabores tradicionales, los de nuestras familias, porque en ellos hay sabiduría, hay recuerdos, hay cariños...No me he criado en Málaga, y hay muchos platos, y formas de preparar otros, que no conocía hasta que no llegué aquí, incluso algunos de ellos estoy descubriendo ahora.Estoy aprendiendo mucho de mis amigas blogueras del grupo #pipirranamlg y de tantas personas que transmiten sus conocimientos por las redes.Y como encima tengo un montón de libros, también de cocina, hay que dar salida a todas esas recetas que he ido atesorando durante años. Y del libro LA COCINA DE LA AXARQUÍA y sus fiestas, de Pablo Castro, ha salido esta receta de Calabaza frita. Rica, sencilla, barata, y con un sabor tradicional que sorprende. ¿qué más se puede pedir?Ingredientes:
- 300 g. de calabaza pelada (mejor la alargada)
- 70 g de pan duro (mejor cateto). Nota: Aunque en el libro pone 100 g. a mí me gusta con menos pan
- 3 dientes de ajo,
- Una cucharada sopera de vinagre (en el libro pone dos, pero para empezar me resultaba demasiado vinagre, tenía que ir probando poco a poco). De momento, me quedo con esta medida.
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- Una cucharadita de orégano
- Una cucharadita de perejil
- Sal
Preparación:
- Pela la calabaza y trocea. Reserva.
- Machaca en un mortero los ajos con el pan tostado y mojado en el vinagre.
- Añade el orégano y el perejil picados y la sal, bien hasta que se convierta en una masa.
- Saltea la calabaza a fuego fuerte en el aceite y cuando empiece a dorarse, baja el fuego y añade el majao.
- Cuece durante unos diez minutos removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Se puede hacer y se hace, con morcilla, con longaniza, con huevo..... Aquí os dejo otra versión más moderna que hice hace un tiempo para un concurso:
TIMBAL DE MORCILLA CON CALABAZA Y HUEVOY aqui la misma receta tradicional de algunas de mis amigas:
Durante las fiestas de la uva moscatel, que se celebra a primeros de agosto en Iznate, al caer la tarde se realiza una ruta gastronómica impresionanteLo que empezó siendo degustaciones de algunos platos típicos, se ha convertido en una gran feria gastronómica.Cada barrio o plaza prepara dos o tres platos típicos, que se sirven a los visitantes en stands adornados para la ocasión y servidos por jóvenes del pueblo, amenizados con músicas de pandas de verdiales.Todos los vecinos y vecinas colaboran para ofrecer lo mejor de su gastronomía, que incluye caldo de puchero, pisto, asadura frita, gazpacho colorao, tortilla de patatas, entre otros.
Uno de los que más gusta es el de calabaza frita, un sabor muy andaluz y malagueño que sorprende.