Una vez que tenéis las anillas, las secáis, las saláis y las rebozáis en harina. Mientras tanto ponéis el aceite de oliva a calentar, en este caso los he frito en la freidora. Antes de echarlos le dais un par de golpecitos al calamar para quitarle la harina sobrante y los echáis en el aceite. Los tenéis unos cinco minutos, los sacáis a papel absorbente para quitarles el exceso de aceite y ya están listos para comer. Es muy importante que os lo comáis recién hechos, ya que es cuando más ricos están.
Uno de los bocadillos más tradicionales que se pueden probar en el centro de Madrid es el de calamares. Simplemente hay que rebozar las anillas de calamar, se fríen, se meten en el bocadillo y se comen. Cada persona hace el rebozado de una determinada manera, en este caso, os pongo como lo hace mi madre que simplemente es con harina, sin añadirle ni levadura, ni cerveza, ni ningún otro producto.
Una vez que tenéis las anillas, las secáis, las saláis y las rebozáis en harina. Mientras tanto ponéis el aceite de oliva a calentar, en este caso los he frito en la freidora. Antes de echarlos le dais un par de golpecitos al calamar para quitarle la harina sobrante y los echáis en el aceite. Los tenéis unos cinco minutos, los sacáis a papel absorbente para quitarles el exceso de aceite y ya están listos para comer. Es muy importante que os lo comáis recién hechos, ya que es cuando más ricos están.
Una vez que tenéis las anillas, las secáis, las saláis y las rebozáis en harina. Mientras tanto ponéis el aceite de oliva a calentar, en este caso los he frito en la freidora. Antes de echarlos le dais un par de golpecitos al calamar para quitarle la harina sobrante y los echáis en el aceite. Los tenéis unos cinco minutos, los sacáis a papel absorbente para quitarles el exceso de aceite y ya están listos para comer. Es muy importante que os lo comáis recién hechos, ya que es cuando más ricos están.