Allá son muy típicas por estas fechas, y se acostumbra a decorarlas con colores muy llamativos.
A nosotras nos parecen preciosas.
Pues bien, este año, en honor a Adriana hemos querido preparar estas galletas taaan geniales.
Una vez lista la base de fondant, preparamos la glasa y la fuimos tiñendo con diferentes colores.
Cargamos cada color en una manga, y cuando ya tuvimos un montón nos pusimos manos a la obra.
Sólo nos quedaba dar rienda suelta a la imaginación: círculos, flores, cruces, líneas, curvas, lo que se nos iba ocurriendo en cada momento.
El resultado, impresionante y súuuuper vistoso. ¿No os encantan?