Además de tener unos curriculos buenos, varios idiomas y una experiencia infinitamente más rica que las de las generaciones precedentes, muchos jóvenes hoy día se enfrentan a un futuro lleno de sombras en el que el pleno empleo ha dejado de ser un "derecho", para convertirse en una rara avis en el mundo laboral español.
Contratos basura, sueldos mileuristas, trabajos inferiores a la preparación obtenida... es el día a día del mundo laboral de los jóvenes.
La última propuesta de los empresarios, en boca de su jefe de filas, señor Rosell, con un "indecente abaratamiento del despido" es sencillamente escandalosa. Todos los partidos lo han rechazado, incluidos los populares, no porque no estén de acuerdo, que estarlo lo están, sino porque hay unas elecciones en pocas semanas y ya están en campaña.
En definitiva, ante semejante expectativa laboral, muchos jóvenes, además de buscar empleo acorde con su preparación, se buscan la vida creando pequeñas empresas en la red, empresas creativas que buscan un nicho de mercado en este espacio digital dónde cada vez hay más oportunidades.
Hoy traigo aquí el trabajo de unos jóvenes, una empresa creada entre un grupo de amigos, enteramente europea y que tiene como lema "Llenar de color y calidad cada rincón del mundo".
La propuesta me parece atractiva, además de colorista. Les presento: Sockaholic. Calcetines de colores para todos los gustos.
Sus creadores nos dicen lo siguiente:
"Desde el principio teníamos claro lo que queríamos. Buscábamos que nuestros calcetines dijeran algo de nosotros y queríamos cuidar mucho ese mensaje. Muy pronto descartamos la posibilidad de importar calcetines desde algún país lejano. No queríamos producir en masa a precios ridículos ni producir en un país donde no se respetaran los derechos humanos. Queríamos tener una producción mimada, en un país donde se pudiera trabajar con libertad y plenos derechos. Queríamos que nuestros beneficios e impuestos ayudaran a levantar algo en lo que creemos. Porque haciendo calcetines también se puede ayudar a cambiar el mundo".
Su propuesta además de colorista, divertida y útil, es solidaria.
Les animo a que visiten la web y quién sabe si cuando vayamos en metro o acudamos a alguna manifestación en protesta de las reformas que proponen los empresarios españoles, podamos indentificarnos gracias a estos simpáticos calcetines solidarios.