En las pinturas ya preparadas, el fabricante ofrece unos cálculos que todo principiante ha de considerar con cierto recelo, pues se dirigen más bien a los profesionales, como son en general los pintores Madrid. Es preferible, pues, no ser tan optimistas respecto a nuestras posibilidades y tomar un margen de respeto para eventuales retoques o repasos. Si se va a emplear siempre la misma pintura, se multiplicará esta superficie por dos o tres, según la cantidad de capas que se quiera dar (en función del estado de las paredes).
Esta precaución de adquirir pintura de más, es casi obligada cuando empleamos pintura ya preparada en color. Pese a las garantías de continuidad que nos ofrecen los fabricantes más reconocidos, siempre se corre un riesgo al tener que ir a buscar un nuevo bote de pintura, al cabo de cierto tiempo de haber adquirido los primeros, que el color ya no exista o haya cambiado.
Otra precaución interesante a tener en cuenta es la de que al adquirir la pintura nos aseguremos de que todos los botes que precisamos proceden del mismo lote de envasado. Si la pintura que vamos a utilizar nos la preparamos nosotros mismos con una pintura de base y colorantes, también es importante preparar pintura de sobra antes de empezar para evitar el contratiempo que supondría tener que volver a efectuar la mezcla por haber agotado la cantidad inicial. Es muy difícil lograr a posteriori exactamente, incluso para un experto como son los pintores Madrid, la misma tonalidad.
La pintura que sobre, puede reservarse para efectuar algún retoque. Esta pintura se guardará en un bote perfectamente cerrado, tras haber protegido la superficie con agua, si se trata de pintura a base de este disolvente, y con aguarrás, si se trata de una pintura al aceite o sintética. De este modo se evitará que la pintura forme una costra con el tiempo. Caso de que así ocurriera, tendremos que eliminar dicha costra antes de utilizar esta reserva de pintura.