Desde que tengo las ollas de cocción lenta hay muchas recetas que las hago siempre en ellas, el cocido, la fabada, las lentejas, las carrilleras, y un largo etc. Lo que suelo hacer es preparar la receta normal, es decir que si lleva un sofrito lohago en la sartén, rehogar las verduras, dorar las carnes, pero luego la cocción la hago en la olla lenta.
Llevo desde el mes de junio haciendo algo de dieta porque había subido demasiado de peso, y por qué os cuento esto? Bien, os lo cuento porque muchas noches ahora en invierno me gusta tomar un buen tazón de caldo y un yogur de proteínas, con eso ceno estupendamente. El caldo del cocido está muy rico pero en ocasiones es demasiado fuerte para tomarlo por la noche, por eso preparo un caldo con mucha sustancia, barato y más suave que el del cocido para tomar por las noches o como base por ejemplo de un ramen o de cualquier otra sopa que queramos preparar.
El caldo lo tengo haciéndose en la olla lenta en baja durante unas 24 horas como mínimo. Podéis hacer variaciones, a mi me gusta poner normalmente, pollo, cerdo, huesos de ternera, en ocasiones también algo de gallina.
Este de hoy lleva:
1 pie de cerdo cortado en 4 trozos
½ kilo de huesos de espinazo de cerdo
1 trozo de panceta
1 trozo de pie de ternera
2 huesos grandes de ternera
2 esqueletos de pollo
2 ramas de apio
1 puerro
1 cebolla
1 trocito de jengibre de unos 2 cm en rodajas
Perejil
Semillas de cilantro molidas en el mortero, un par de vainas de cardamomo, sal.
He tostado en la freidora de aire los huesos de espinazo.
Colocar en la olla de cocción lenta (una grande claro, la mía es de 6,5 litros) todos los ingredientes, añadir algo de sal (no demasiada y dejar cocer 24 horas en baja)
Una vez que pase este tiempo colamos, rectificamos de sal y si está demasiado concentrado añadimos un poco de agua. Dejar enfriar completamente antes de llevar al frigorífico, quitar la grasa superficial una vez que esté bien frio.
Lo podéis tomar solo o bien usarlo en cualquier receta de sopas o guisos.