Hoy os ofrezco unos pequeños consejos de fotografía culinaria para todos aquellos que comenzáis a interesaros en el bello mundo de la fotografía, y queréis mejorar vuestras imágenes culinarias ¡Atención, todos los que ya tenéis experiencia, dejad de leer este post, y dedicaos a otra cosa!
Llevo impartiendo más de un año ya el curso de fotografía culinaria Con las manos en la cámara en La Tallerería, lo que me llena de infinita alegría, de verdad, porque amo la fotografía culinaria como el que más. Por él han pasado ya muchas personas ¡Muchísimas! y en la mayoría de las fotos de todos los principiantes, se aprecian siempre los mismos errores. Pequeños fallos muy simples, que son fáciles de solucionar, pero siempre los mismos. Por eso hoy os quiero ofrecer un par de consejos de fotografía culinaria a todos aquellos que queráis mejorar vuestras imágenes en un abrir y cerrar de ojos.
Observad la siguiente fotografía:
Además de no estar editada, y no darme cuenta de que la cestita estaba más cochina que el palo de un gallinero, es la típica imagen que realizaría un principiante en fotografía culinaria. No digo que no pueda estar bien hecha si cuidamos la técnica y la composición, pero veamos los “presuntos errores” para mejorarla un poquito.
1.- Formato.
Como veis, es una fotografía que está tomada en formato horizontal o apaisado. Me encanta utilizar la cámara en este formato cuando hago fotografías de otro tipo (paisajes, de viajes…), pero realmente no solamente no queda tan bien en fotografía culinaria, si no que es bastante más difícil de componer ¡Atencion! Ni mucho menos estoy diciendo que no se puedan hacer bellísimas imágenes culinarias en este formato ¡Qué las hay y muchas! Si no que al menos, para empezar, giremos la cámara para realizar la foto en formato vertical. Es más incómodo, tenemos que torcer la cabeza para ver todos los datos de nuestra imagen en la cámara, pero realmente ¡Queda mucho mejor! (Y si no os lo creéis, fijaos en las preciosas fotografías de blogs culinarios que destaquen precisamente por sus imágenes).
2.- Distancia focal.
La distancia focal de un objetivo, para decirlo de una manera terriblemente simple (¡Qué me perdonen los más expertos, pero ya he dicho que este post era para principiantes!), se corresponde con lo cerca o lejos que podemos ver con un objetivo. A mayor distancia focal (cuanto más zoom hagamos si en nuestro objetivo podemos hacerlo) más próxima veremos la escena. Por eso y sin movernos de sitio, veremos más cerca la cesta de los huevos (¡Perdón!) con un objetivo con una distancia focal de 85 mm que con un objetivo con una distancia focal de 35mm. Es decir, cuanto más hagamos zoom, aumentaremos la distancia focal y más cerca veremos las cosas. Lo que sucede es que además de lo cerca que vemos las cosas, la distancia focal implica otras consideraciones que hoy no vamos a ver aquí.
La anterior fotografía está realizada a una distancia focal corta (24 mm), por eso, para llenar el encuadre tengo que acercarme mucho al set o escena que he compuesto ¿Qué sucede si lo hago? Deformo un poquito la imagen (fijaos en el huevo en primer plano), los distintos planos se alejan y la fotografía no va a quedar tan bonita. Este es otro de los errores que cometen muchos principiantes: utilizar una distancia focal muy corta, y acercarse mucho, mucho al sujeto.
Fijaos ahora en la siguiente fotografía, exactamente igual que la anterior, pero realizada con una distancia focal de 85mm (más zoom) y en formato vertical ¿Cual os gusta más?
¡Atención principiantes! Girad la cámara, haced un poquito más de zoom y alejaos del sujeto ¡Notaréis la diferencia!
¡Hasta mañana!