Acampada en Granada (Foto: M. Zarza)
“El 15-M puede ser el hervor que le falta a la izquierda”. Eso opina Julio Anguita, y destaca el autor de la entrevista en el diario Público, desde el pedestal en que uno se sitúa cuando deja de estar en el ruedo político y pasa a otro plano superior con la experiencia acumulada entre las canas de las barbas. Lúcidas pero tibias declaraciones, teniendo en cuenta que la izquierda unida, que como el resto de partidos yerra en los adjetivos de las siglas, no sólo ha hervido ya, sino que ha rebosado el cazo apoyando al PP en los ayuntamientos, medida contrarrestada por el PSOE, que ha apoyado también a los populares en detrimento de IU. Cómo pretenden que les queramos, si no se quieren ni ellos mismos y se ponen la zancadilla a la primera de cambio.
No creo que a la izquierda le falta un hervor. Ha tenido demasiadas calenturas y lo que hace falta ahora es que se enfríe, que reflexione y que ponga en práctica las conclusiones que extraiga. Por eso creo que tiene razón Anguita cuando dice que el 15-M es la nueva izquierda, el camino a seguir. Porque de eso se trata aunque, como dicen los falsos humildes para que no se les acuse de vivir del cuento, “lo difícil es mantenerse”. Va a ser eso… Ahora, el 15-M deberá demostrar que no fue flor de un día, de una primavera, como los programas electorales y recordar y hacernos recordar a todos cómo fue el futuro.