Calhoun da un paso hacia la leyenda

Publicado el 05 abril 2011 por Paupelu
Connecticut Huskies se hizo finalmente con el Campeonato Nacional tras vencer por 53-41 a Butler en una final que ha registrado varios récords negativos. Entre otras cosas, el 18'8% en tiros de campo que registraron los Butler es la cifra más baja en la historia de las Finales de NCAA. Además, Butler sólo anotó 3 canastas de 2 puntos en todo el partido, superando con creces el récord negativo anterior, las 9 que consiguió Oklahoma State en 1949. Connecticut logró 1 de 11 en lanzamientos de tres puntos, empatando con Duke en la final de 1990 como la peor marca de una Final de la NCAA, aunque en aquel caso los Blue Devils perdieron el título. Los 94 puntos anotados entre Huskies y Bulldogs es la segunda peor marca de la historia, por detrás de los 82 puntos que consiguieron Oklahoma State y Kentucky en 1949. En definitiva, una final que no pasará a la historia  por su emoción y espectacularidad, pero que sí que lo hará por otros récords.
A sus 68 años, Jim Calhoun es el entrenador más veterano de la historia en lograr este campeonato. En su caso, es el tercero que consigue tras los títulos de 1999 y 2004, uniéndose de esta manera a auténticas leyendas de los banquillos universitarios como John Wooden, Adolph Rupp, Mike Krzyzewski y Bobby Knight en lograr al menos tres títulos o más. No hay que olvidar que hasta la llegada de Calhoun al banquillo de Connecticut en 1986 los Huskies sólo habían logrado cuatro victorias en 18 partidos en el Torneo Final en 13 apariciones, 11 de estas apariciones fueron entre 1951 y 1967. En sus 26 años al frente del banquillo de Connecticut suma 16  apariciones en el Torneo Final con un récord de 48-62 y sólo han caído una vez en su primer partido, en 2008 ante San Diego tras la lesión de A.J. Price. Eso sí, Calhoun tampoco se ha librado de la polémica. La próxima temporada no podrá sentarse en el banquillo de Connecticut durante los tres primeros partidos de Temporada Regular de la Big East, además de otras sanciones relacionadas con los reclutamientos, después de que uno de sus reclutamientos en 2008, Nate Miles, recibiera 6000 dólares de manera ilegal.
Pero uno de los grandes protagonistas de esta temporada 2010/11 que culmina en éxito para Connecticut es Kemba Walker. El base nacido en el Bronx se llevó el premio al Mejor Jugador del Torneo después de promediar 23'5 puntos por partido, aunque la Final no fuera la mejor de sus actuaciones. Walker ha sido clave en que su equipo lograra 14 victorias consecutivas entre el Torneo de Conferencia de la Big East y este Torneo Final, sobretodo teniendo en cuenta que acabaron la Temporada Regular con un récord de 4 victorias y 7 derrotas. La actuación de Walker en este Torneo le ha hecho subir escalones de cara al próximo Draft, donde suponemos que el jugador se declarará elegible (recordemos que es Junior y aún tiene un año más por delante si así lo decide). ¿Será Walker un jugador importante en la NBA? Las condiciones del jugador parecen indicar que probablemente no será así. Su estatura (1'83) y su inclinación a un juego eminentemente anotador le dificultará encajar como base o como escolta en la NBA.
Por lo tanto, victoria merecida de Connecticut en una Final donde resultó clave la defensa de Jeremy Lamb sobre Shelvin Mack, al que dejó en sólo un punto en las nueve jugadas en el que lo defendió. Tras una primera parte en la que Butler se fue venciendo en el marcador, en la segunda la defensa de Connecticut terminó por decantar el partido de parte de la universidad de Sporrs. Lo que no hay que perder de vista es que una Final algo descafeinada no debe ocultar la dimensión de este Torneo. Ni en NBA, ni en ninguna competición de baloncesto FIBA, bien a nivel de clubes o a nivel de selección, se producen sorpresas de este tipo. Impensable ver que entre los cuatro mejores equipos de una de estas competiciones se encuentren equipos como Butler o Virginia Commonwealth y no llegaran ninguno de los cuatro equipos mejor situados como cabezas de serie. Más allá de Butler o VCU, no hay que olvidar nombres como Richmond, Morehead State, Florida State o Marquette, llegando mucho más lejos de lo que se preveía, todo eso alimentado por un torneo en el que se disputan eliminatorias a partido único y en campo neutral. 
Ahora toca esperar a que comience el baile de nombres de cara al Draft de la NBA. Los reclutamientos de la próxima temporada auguran de nuevo una gran temporada de Kentucky (Anthony Davis, 2; Michael Gilchrist 3; Marquis Teague, 8 y Kyle Witjer, 15), que volverá a tener una plantilla muy joven y descompensada, tal vez se mantenga arriba Duke (Austin Rivers, 1 y Michael Gbinije, 28) y veremos si Oklahoma State (Lebryan Nash, 6) o Baylor (Quincy Miller, 4) pueden dar alguna sorpresa en la Big 12. No hay que olvidar tampoco a North Carolina, St. John's o Ohio State, sobretodo si mantienen a sus principales jugadores jóvenes y los unen a los reclutamientos de la próxima temporada. Con el éxito de Connecticut se acaba la temporada, el de la confirmación una temporada más de que los cuentos de hadas, en la realidad, no siempre tienen final feliz para las Cenicientas.
PD: los números entre paréntesis detras de cada nombre es el ránking otorgado por ESPN a cada jugador de instituto.