Calidad | línea de tiempo

Publicado el 13 enero 2021 por Abvec @abvec
La calidad es una base fundamental para la eficacia de toda empresa. Para W. Edward Deming es “Un grado previsible de uniformidad y confiabilidad a bajo costo y adecuado para el mercado”. Por su parte Phillip B. Crosby menciona que es “la concordancia con los requisito”, y a su vez Joseph M. Juran agrega que es todo lo que es “adecuado al uso”. De manera que la calidad es un elemento cohesionador, que integra toda la valía de una empresa en un producto que debe definirla, abastecerla de prestigio y darle un aprecio sin igual por parte del cliente, que es finalmente quien juzga y pone a prueba a la misma. 


En el siguiente artículo vamos a enlazar a través de una cronología, la forma a través de la cual la calidad y su búsqueda por parte de las empresas han logrado hitos que hoy nos sirven como referentes para entender de mejor manera como esta pieza central unifica, propaga y solidifica el rol de las empresas en un mundo en constante cambio, que obedece a razones de mercado y siempre se tienta a comprar los productos que llaman su atención por salirse de los margenes clásicos y presentar novedad y economía.La linea de tiempo funciona claramente como un factor histórico pero que  a su vez es una herramienta efectiva para acceder al conocimiento sobre los avances que se han gestado en pro de obtener la calidad y las diferentes perspectivas con que se ha analizado este término y su utilidad en los planes de mercado de diversas organizaciones y en la práctica diaria de actividades comerciales desde tiempos inmemoriales. Hemos podido apreciar como la noción de calidad ha variado de acuerdo a los tiempos. En un primer momento estaba claramente ligada a la idea de crear un producto único pero que por su condición artesanal no era precisamente rápido en su creación y no contaba con una maquinaria para acrecentar su producción. En este sentido  los pobladores de la tierra en su momento  se avocaban  a una ley de oferta y demanda bastante rudimentaria y basada más que todo en sus necesidades primordiales y comunitarias. Desde la época previa a Jesucristo las técnicas básicas de creación de producto  eran  a pequeña escala   y en buena medida podía obedecer  incluso a  mecanismos de trueque.  Con el advenimiento de nuevas tecnologías y más civilizaciones  esa mirada de la calidad en el producto sobre todo ligada a como lucía por fuera empezó a encontrar nuevos matices, donde su funcionalidad desempeñó un rol crucial. Hemos visto como procesos como la revolución industrial o las dos guerras mundiales posibilitaron nuevas formas de abordar ese ideal clásico de calidad. En momentos de guerra la producción debía obedecer a su contexto particular, y por ende debía suplir la necesidad de armamento en gran masa y cantidad. Ahora se buscaba un producto eficaz, que se sabía llevaba tiempo en hacer pero requería audacia para llegar en el momento deseado. Para la posguerra en Japón la competitividad se alzó como elemento preponderante estando incluso por delante de las revisiones previas antes de sacar un producto al mercado debido a que se pensaba que se podía hacer bien a la primera. Para el resto del mundo el ideal era producir en masa y cuanto más mejor.Luego de estas experiencias y con la llegada de la modernidad y contemporaneidad las ideas de control de calidad, aseguramiento de la calidad y la calidad total se han convertido en piedras angulares de la producción. Hoy no solo se piensa en producción en grandes cantidades sino además que conlleven a una satisfacción total para el cliente. Cada vez se hacen más comunes las garantías en los productos y su sello distintivo que confirma que ha sido revisado y aprobado antes de su comercialización. La teoría del gobierno empresarial centrado en la permanente satisfacción de las expectativas del cliente es hoy una pieza más dentro de todo el entramado que conlleva la creación de un producto, por ende está desde su inicio más naciente, hasta su presentación final al público. Como futuros administradores de empresas debemos aprovechar estos conocimientos que se han adquirido por grandes mentes pensantes de nuestro tiempo y épocas anteriores para así seguir consolidando espacios que garanticen que cual sea la empresa que administremos nos guiemos por parámetros de calidad actuales, que propendan siempre por alta eficiencia y altos niveles en todas las facetas de la producción con la finalidad de dar siempre lo mejor de nosotros y ser agentes positivos de cambio para la sociedad, siendo siempre responsables y competentes. Hay que aprovechar todos estos avances para ser gestores siempre de beneficios múltiples en los que demos lo mejor al cliente y a su vez esto repercuta en los mejores puntos a favor para la empresa en que laboramos.REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASCUBILLOS, María y ROZO, Diego. El concepto de calidad: Historia, evolución e importancia para la competitividad.  (Revista de la Universidad de La Salle – Núm. 48, págs. 80-99. 2009)JAMES, Paul. Gestión de la Calidad Total. (1997)LEFCOVICH, Mauricio. Calidad Total – www.gestiopolis.com - 2005 CANTU, Humberto. Desarrollo de una Cultura de Calidad. McGraw Hill. (1997)RUIZ-CANELA LOPEZ, José. La Gestión Total en la Empresa Moderna. (2003)TORRES, Katherine. RUIZ, Tatiana. SOLÍS Lesfty y MARTÍNEZ, Fanny. Calidad y su evolución. (Dimensión empresarial, ISSN-e 1692-8563, Vol. 10, Nº. 2, págs. 100-107. 2012)VILLAMIL, Martín Elías. Administración de la Producción y las Operaciones. (2003)PÁGINA WEBIngeniería de la calidad.  Instituto Tecnológico Metropolitano. Consultado en  28 de diciembre del 2020.    https://www.itm.edu.co/facultades/facultad-de-ciencias-economicas-y-administrativas-2/formacion-3/ingenieria-de-la-calidad/