Su energía en el escenario, sus variados y contagiosos sonidos, excelentes músicos y sonido, así como la interpretación de viejos y nuevos temas por su vocalista René Pérez, dejó a sus seguidores con ganas de más, durante su actuación en la Gran Manzana, tras una ausencia de dos años.
El concierto, en el que no faltaron las palabras soeces que caracterizan a Pérez, empezó con casi una hora de retraso, lo que ya había impacientado a sus jóvenes seguidores que, en al menos dos ocasiones, habían reclamado su presencia al grito de "Trece, trece" e incluso, se escucharon algunos abucheos.
Sin embargo, tan pronto Pérez -"Residente"-, su hermanastro Eduardo Cabra -"Visitante"- y sus excelentes músicos entraron al escenario, todo quedó atrás para dar paso al furor de una noche que se extendió por hora y media.