En ocasiones conviene recordar que en una peli de monstruos (coloque aquí su definición tipo, ya sean no muertos, lagartos gigantes, un simio desproporcionado, visitantes del espacio exterior o un largo etcétera muchas veces no hace falta el monstruo. Con los humanos ya nos bastamos. He aquí una de las premisas de este nueva entrega de la idea propuesta la precuela Cloverfield, o Monstruoso como originalmente se tituló en España. Si bien la primera entrega hablaba de la supervivencia de un grupo de jóvenes ante el ataque de "algo", esta segunda entrega es una interesante vuelta de tuerca sobre las relaciones de los supervivientes a una catástrofe de estas características.
El celuloide comienza con Michelle, personaje interpretado por Mary Elizabeth Winstead, que rompe una relación con un novio, o quizá marido. Coge el coche para poner tierra de por medio y entonces... Créanme cuando digo que evitar desgranar detalles del metraje es un verdadero favor, ya que prefiero reservar al público cada sorpresa que depara el filme. El uso bien medido de los efectos de sonido nos despierta e introduce en la mecánica de tensión que construye el director desde los primeros minutos, y durante este desarrollo coquetea con ideas afines a muchos géneros tocando notas de terror, thriller psicológico, e incluso pinceladas de gore, hilvanadas con mucho tino en una cinta que si bien puede clasificarse como suspense, tras el sorpresivo final nos dejará una duda razonable en cuanto a la clasificación de esta película.
Especialmente remarcable es la actuación de John Goodman, un veterano que ha sabido imprimir un tono templado a un personaje crucial en la película. Quizá en un principio pueda parecer que el papel que desarrolla esta falto de fuerza, pero es en ese punto medio, en ese cóctel de templanza e ira donde la interpretación de Goodman logra una verdadera huella en el espectador. Las actuaciones de los otros dos personajes principales están también a buen nivel, pero no logran eclipsar al gran papel que desempeña este gran actor, que nos demuestra que todavía le queda cuerda para rato.
Como buen crítico, alguna cosilla ha rechinado mas que otra. Si bien he hecho mención al interesante apartado de los efectos de sonido, en ocasiones la banda sonora desvela mas de lo que debería. Por otro lugar, los mas avezados notarán que ciertos artificios, herramientas de guión, están correctamente colocadas en su lugar. Con esto quiero decir que ciertos puntos son discutibles por su facilidad, las "casualidades" restan credibilidad al guión, que intenta corregir esto con sorpresas bastante impactantes (y vaya si lo son) a lo largo de la película, y el gran montaje que ocupa tres cuartas partes del final se convierte a poco de los títulos de crédito en otro filme totalmente distinto. Esta disparidad crea algo de disonancia en el espectador, de tal modo que los mas simplones, como este que escribe, puedan aceptarlo de buen grado, pero otros mas avispados puedan sentir que no encaja el final con el desarrollo, que parece incluido para justificar algo que ya queríamos aceptar desde los primeros minutos de sesión.
Dicho esto, la parte negativa no empaña el resultado final. El desarrollo es muy interesante, y la construcción minuto a minuto de lo que ocurre esta lograda con maestría La tensión esta dosificada muy gratamente y el papel de Goodman es imponente. Salvo el final, y quizá el pretendido parecido con otras cintas anteriores, Cloverfield explora un punto de vista diferente a lo que estamos acostumbrados en las películas de monstruos, y lo resuelve con calidad. Y la originalidad, cuando se articula con esta calidad y si me lo permiten, siempre es bienvenida.