Muchas personas de la sociedad civil piensan que la sola calle sin otra acción no va a lograr la tan ansiada salida. Es importante decir que ese pensamiento es sin ánimo de criticar a los que con mucha fe, determinación y esperanza salimos a protestar cada día, esas personas, aun admirando la fuerza, la tenacidad y las ganas de salir de este gobierno nefasto, sienten que hace falta algo más para lograr el punto de quiebre y que ese algo debe venir desde dentro del chavismo, como el caso de la fiscal Luisa Ortega Díaz o que se dé el tan ansiado apoyo militar a la oposición. Otros incluso piensan que es necesaria una intervención extranjera o todo seguirá igual, a pesar de la calle con todos sus muertos, reprimidos y apresados injustamente. Piensan que los únicos cambios serán el aumento de presos, muertos y heridos.
Esas personas que así piensan y sienten, obviamente no han entendido para qué sirve la protesta cívica, ni todo lo que ha logrado la presión de la gente en la calle. Entre tantos logros está el despertar de la conciencia de los venezolanos que estaban dormidos en la cotidianidad de sus trabajos y en la búsqueda de la subsistencia diaria. Otro logro consiste en el apoyo internacional que actualmente tiene la oposición venezolana que hasta hace poco apoyó al gobierno. La indiscutible desesperación del régimen que hasta ofreció libertad y millones de dólares al que hasta hace poco llamó el monstruo de Ramo Verde para que silenciara la protesta, quien honrosamente no aceptó. La saltada de talanquera de cada día más y más chavistas entre ellos la fiscal y algunos magistrados. La mayoría de los militares no quieren ni apoyan la constituyente, así como tampoco la quiere la mayoría del pueblo de Venezuela. Estos logros de la calle son indiscutibles y aunque Maduro siga en el poder, sin duda está más débil y cada día más solo y aislado.
Tal vez ese algo más que hace falta y que la sociedad reclama sea la necesidad de que la Asamblea Nacional, tal y como lo solicito Enrique Aristigueta Gramcko a Freddy Guevara, de inmediato y sin contemplaciones, dentro de sus facultades constitucionales, debe: 1) ratificar el abandono del cargo de Nicolás Maduro; 2) destituir a los Magistrados Express del TSJ y a los que cometieron el delito del Golpe de Estado (Sentencias 155 y 156) y 3) destituir a las cuatro Rectoras del CNE que, o fueron ilegalmente elegidas por el TSJ o tienen el plazo vencido. El señor Aristigueta Gramcko dice que no se puede exigir a la gente que siga arriesgándose si los diputados no hacen lo propio, aun cuando es cierto que algunos parlamentarios acompañan las protestas y han sufrido agresiones; pero también es cierto que la Asamblea Nacional no ha procedido a hacer valer los acuerdos aprobados los días 23/10/16 y 09/01/17, mediante los cuales se comprometió a nombrar nuevos magistrados del TSJ, a designar los cinco rectores del CNE y a resolver la falta absoluta del Presidente, por abandono del cargo, de acuerdo al artículo 233 de la Constitución. La Asamblea Nacional cuenta con el respaldo nacional e internacional para para poner fin a la tiranía y no se puede seguir esperando que la Asamblea solucione sus conflictos internos mientras el país se desangra.
Aristigueta Gramcko también pide a los diputados que dejen atrás a los “bueyes cansados” y a los “negociadores de oficio” y convoque, en nombre de los jóvenes, a los diputados de todos los partidos, a los que no tienen compromisos con el pasado, a los que realmente piensan en Venezuela, para que asuman los mismos riesgos que piden al resto de los venezolanos.
Por otra parte, el diputado Freddy Guevara ha dicho que la actuación de la Fiscal General representa una oportunidad para ejercer una acción masiva de protesta y resistencia civil no violenta que abra un nuevo flanco en contra del régimen: inundar y saturar el TSJ de cientos de miles, y millones de solicitudes, que recuerden a los magistrados de la Sala Electoral cuantos venezolanos tendrán en contra si permiten que siga el Fraude constituyente.
Mientras, los venezolanos seguimos en la calle hasta que el régimen reviente y negocie su salida. Calle y más calle aunque todavía mucha gente en este país no crea que con ella podamos lograr algo, resistiéndose a apoyar las protestas y acompañar a quienes cada día dejamos el alma y la piel en el pavimento. En todo caso el gobierno ya nos ha quitado todo, nos ha quitado la comida de la mesa, las fuentes de trabajo, el salario, los servicios públicos, la seguridad, las medicinas, la libertad y la democracia. La calle se ha constituido en lo único que nos queda a los venezolanos, es nuestro templo de la libertad, e independientemente de lo que logremos o dejemos de lograr es lo único que nos queda, es lo único que tenemos y es lo único que nos hace sentir libres. Calle y más calle.
Riolama Fernández @riolamaf
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