Las calles de la ciudad esconden miles de leyendas e historias que esperan pacientes a ser descubiertas, solo tenemos que imbuirnos en aquel Madrid histórico mientras que nuestros pasos recorren las centenarias calles y plazuelas que albergan secretos escondidos en sus adoquines, ventanas o tejados preparados para que los descubramos. En este articulo, me gustaría revelaros los misterios que esconde una pequeña calle emplazada en el histórico barrio de las Letras. Me estoy refiriendo a la calle del León, que cuenta sus pasos desde la conocida calle de Atocha hasta la calle del Prado, siendo parte del corazón de este barrio tan carismático.
Placa que indica la situación del Mentidero de Representantes en la calle del LeónEl barrio de las Letras recibe su nombre por la gran cantidad de actividad literaria que se desarrolla en él durante los siglos XVI y XVII. Entre sus calles se llegan a instalar los teatros de comedias más importantes de la época. Algunos de los más conocidos y visitados eran el corral de la Cruz, el corral de Lobo, el corral de la Pacheca o el corral del Príncipe. Como núcleo que acaparaba la mayor parte de actividad artística de la ciudad, tuvo en su ser uno de los famosos mentideros de la Villa. Más concretamente, la calle del León, antes calle del Mentidero, acogió el Mentidero de actores y representantes, lugar donde las gentes del teatro solían dejarse ver, hablaban de sus cosas o hacían hacían negocios.
Pese a la poca longitud de la calle, con total seguridad, sería una de las que más vida albergaría. Escritores y dramaturgos como Quevedo, Lope de Vega o Rojas serían unos habituales en transitar por la calle del León dado que vivían en las cercanías. Curiosamente Miguel de Cervantes llegó a vivir en dos casas que daban a esta calle. Una de estas casas, al tener entrada por esta calle, dio nombre a la calle Cervantes como homenaje de la ciudad a este escritor. Pero no solo él, en las inmediaciones tenemos la Casa-Museo de Lope de Vega, donde falleció el dramaturgo, o la antigua calle del Niño, ahora calle de Quevedo, donde vivió el escritor. En definitiva, la lista de vecinos artistas del barrio era innumerable.
Esta calle tiene infinidad de relatos que contar, no solo vio pasear artistas o escuchar los chismes que se contaban, sino que también fue testigo del milagro de Catalina de Flores. Cuentan que existía un retablo donde se encontraba pintaba la imagen de una virgen en la calle del León esquina con la calle de Santa María. Catalina, que había quedado impedida unos años antes por los daños de un parto, pensó en rezar una novena a aquella imagen para pedir la cura de sus males. Así lo hizo, estuvo durante nueve días y nueve noches rezando ante aquella virgen hasta que se obró el milagro. Catalina pudo levantarse sin ayuda de sus muletas y se dirigió a casa. Las gentes del barrio al verla a su paso lo celebraron con entusiasmo y algarabía. Se celebró tanto aquel hecho hizo que Nuestra Señora de la Novena fuera aupada como patrona de la cofradía de los cómicos llevando a la cercana capilla de San Sebastián aquel retablo que había producido el milagro.
¡Ah! Se me olvidaba, no hemos hablado del origen del nombre de la calle. Veréis, en una de las casas de esta calle ,según cuentan se instaló un turco que trajo con sigo un león. Este personaje hizo de este felino todo un espectáculo para el Madrid de la época. Lo instaló dentro de una jaula y comenzó a cobrar un par de maravedíes a todo el mundo que quisiera verlo. Tanta fue la expectación de aquel animal tan exótico que los madrileños del momento empezaron a referirse a esta vía como la calle del león, llegando hasta nuestros días su nombre.
Os invito desde estas líneas a recorrer en algunos de vuestros paseos por el centro la calle del León y, como no, el maravilloso barrio de las Letras recordando aquella dinámica y emocionante época de idas y venidas de actores y literatos, de aplausos del pueblos, de teatro en la calle. A día de hoy, los comercios de toda la vida, las tabernas y bares que dan color a esta barriada serán vuestros guías de estas históricas calles de la ciudad. No dejéis de mirar al suelo para seguir las líneas escritas por tantos literatos, ni a las paredes y balcones donde os iluminarán los carteles indicando los lugares donde vivieron sus vecinos más ilustres.
Primeras frases de Don Quijote de la ManchaEspero que os haya gustado este artículo y estoy deseando ver vuestros comentarios. Os dejo con uno de los poemas de Francisco de Quevedo.
Poderoso caballero es Don Dinero
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Francisco de Quevedo
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