Continuamos repasando algunos de los edificios relevantes que se fueron construyendo desde su apertura y durante los primeros años del siglo XX en la calle del Doctor Esquerdo y sus alrederores. Como ya se dijo en la primera parte de esta ruta, alguna de estas construcciones ya no existe y la mayoría han sufrido rehabilitaciones y reformas obligadas, como es natural, porque el tiempo con su paso siempre deja huella y hay que restituirles su esplendor. Esta es la segunda parte del repaso que hemos hecho a tan importante calle de Madrid, división obligada por la extensión de la entrada.
A continuación, pués, lo que queda del recorrido:
Instituto Provincial de Puericultura
En 1926 la Diputación de Madrid manda construir este edificio, proyectado por Francisco de Asís Fort y Baltasar Hernández Briz, con el fin de atender a los neonatos madrileños que no disponen de famila, funcionando como nueva inclusa. El conjunto se desarrolla mediante cuatro pabellones al oeste del colegio de la Paz, entre O’Donnell y Doctor Castelo, y paralelos a estas calles: el pabellón “central” con fachada a O’Donnell y cinco plantas, “para 197 niños de pecho”, con 108 madres lactantes y nodrizas, y consultorio; el pabellón de niños de “destete”; el de “enfermería”, con cuartos para Hermanas, despachos para médicos, farmacia y terraza con galería a mediodía; y, por último, un pabellón de viviendas conectado al colegio de La Paz por la planta principal. Su arquitectura, aún manteniendo la características tipológicas de la manzana, modifica su aspecto exterior al enfoscar los muros de fábrica, quedando el ladrillo visto en recercado de huecos, líneas de cornisa, apilastrados, arcos, y otros detalles ornamentales.
Antiguo Instituto Provincial de Puericultura y hasta hace poco tiempo parte del Hospital Infantil del Hospital Universitario Gregorio Marañón. Del conjunto tienen especial interés el pabellón que da a Doctor Castelo, ocupado por el Hospital Infantil, y el que conforma la fachada a O’Donnell, que fue sede de la Consejería de Sanidad. El resto de los pabellones, con grandes reformas, forman parte de las nuevas construcciones que articulan los edificios hospitalarios y administrativos. En la actualidad el edificioque vemos en la fotografía está cerrado, pendiente de rehabilitación. (FOTO: Madripedia)
En enero de 1929, contemporáneamente a que se que se cerrase el viejo coso taurino de Goya y entrara en servicio la nueva plaza de toros situada en Las Ventas, se reinauguraba el Colegio de la Paz -trás la reforma del mismo Francisco de Asís Fort- y tenía lugar la colocación de la primera piedra del nuevo Instituto de Puericultura. (Ver más texto en la Guía de Arquitectura de Madrid del COAM, Madrid, 2003)
Plaza de Toros de Goya
La Plaza de Toros se encontraba al final de una amplia vía llamada Avenida de la Plaza de Toros, después renombrada como Avenida de Felipe II, en el lugar ocupado desde los años sesenta del siglo XX por el Palacio de los Deportes.
Aquella plaza, que se comenzó a construir en enero de 1873, se llamó de la Carretera de Aragón, por estar próxima a la continuación de la calle de Alcalá, cuyo nombre acabaría por asumir este camino. Delante del coso se encontraba la Avenida de la Plaza de Toros, triunfal paseo para acceder al edificio. En 1874 esta notable construcción de ladrillo de estilo neomudéjar, de 102,50 metros de diámetro, se convertía en el nuevo coso taurino de la capital. Sus arquitectos fueron Lorenzo Álvarez Capra y Emilio González Ayuso y en ella lidiaron diestros míticos como Lagartijo, Frascuelo, Machaquito, Bocanegra, Caraancha, Bombita, etc.
En la Plaza de Toros además de las corridas, también se celebraron actos de otra índole como conciertos, concursos de bandas musicales, audición de orfeones, juegos a la jineta, y carreras ciclistas. También sirvió para grandes reuniones y conferencias políticas.
Colonia “Fuente del Berro” o “Iturbe I”
Colonia Iturbe I o Fuente del Berro (1925-26)
Esta colonia corresponde a la primera promoción de La Propiedad Cooperativa, sociedad formada en 1912 que dirigía D. Gregorio Iturbe, propietario inversor cuyo nombre quedó asociado a posteriores promociones construidas al amparo de las Leyes de “Casas Baratas” de 1924 y 1925. Esta primera Colonia Iturbe comprendía una superficie de 40.000 m2 aproximadamente y se dividía en dos sectores enlazados por la calle Eduardo Aunós, pero separados por un conjunto residencial, también de viviendas unifamiliares, propiedad de la Fundación Vedia y por el Colegio de la Sagrada Familia. Emplazada en la zona Este, entre las calles Jorge Juan, el Camino de Vicálvaro y la finca de la Fuente del Berro, la barriada quedaba organizada sobre una retícula ortogonal, de calles de 10 m. de ancho mínimo, Enrique Pfitz propuso, en colaboración con el ingeniero José Urroz, manzanas que agrupaban de 5 a 25 hotelitos, adosados en hileras de 2 a 5, y dos modelos según el lugar en que se encontraban, medianeros o en los extremos. El total de casas fue de 184 y se fueron construyendo en fases de 21 viviendas cada cuatro meses, aproximadamente. Todos los hotelitos están retranqueados 5 m. de la vía pública, cuentan con jardín interior y responden a una misma tipología, planta cuadrada y dos niveles, el bajo con vestíbulo, desde el que se accede a la escalera, comedor, cocina, W.C. y un dormitorio, al cual se suman cuatro más y un baño en el superior. Este esquema se repetiría en las siguientes Colonias Iturbe con ligeras modificaciones. La construcción utilizó elementos de cemento Pórtland para la construcción de los muros en lugar del ladrillo y mortero habitual. Los forjados eran de hormigón armado, los pavimentos de baldosín y mosaico hidráulico, los frentes revocados al exterior con decoraciones sencillas, y los aleros y la estructura de cubierta de madera, ésta de dos o tres aguas, según su ubicación, y rematadas con teja cerámica. El presupuesto de los hoteles osciló entre las 25 .000 y las 30.000 pesetas, incluyendo la red de saneamientos, la distribución de aguas, y la urbanización de los espacios libre destinados a calles, que se planificaron con un ancho mínimo de 10 metros, que, al estar separadas las viviendas de la calle otros 10 metros, a efectos de ventilación de las mismas, habría que hablar de 20 metros. (La Construcción Moderna nº 10. Madrid, mayo de 1896.)
Aunque hoy en día se mantiene en gran medida este conjunto residencial, revalorizado por su situación y características, arbitrarias actuaciones individuales, autorizadas por el Ayuntamiento, le han eliminado unidad, lo que se aprecia especialmente en el exterior, ya que las soluciones de revestimientos de fachadas, carpinterías, aleros y cubiertas han sido en muchos casos inadecuadas. También se han producido casos en los que las casas se han modificado en altura y se han redistribuido los huecos. (Arquitectura de Madrid: Ensanche. Fundación COAM. Madrid, 2003)
En 1989 Madrid se encontraba inmersa en plena operación urbanística. El alcalde de la ciudad en aquel momento, Juan de Arespacochaga, pretendía derribar la colonia para construir en su solar enormes torres de viviendas. Años antes, Arias Navarro, trazó un ramal de la M30 que destrozaba el barrio. Finalmente, la colonia sobrevivió casi sin modificaciones a las hostilidades y actualmente se encuentra en perfecto estado de salud.
En Madrid, en 1989, existían 32 colonias en las que vivían cerca de 100.000 personas. La mayoría de estas colonias estaban situadas fuera del círculo de la M30. Las del centro, como la de El Viso, vieron como se modificaba su aspecto y su personalidad y se convertían en refugios acorazados de gente bien. Sólo la de Iturbe y su hermana pequeña, la de Retiro, resistían la presión urbana. (El País, 28/5/1989)
En 1989 una casa en la colonia de 120 m2, con dos alturas y cochera, se vendía entre los 30 y los 70 millones de pesetas, según su estado de conservación. En la actualidad los precios varían entre los 700.000 y más de un millón de euros, en absoluto comparable con las entre 25 .000 y las 30.000 pesetas que costaron en el año 1896. En el barrio han vivido Luís Eduardo Aute, Inmanol Arias y Luís Solana, entre otros personajes conocidos, de resuelta economía. Nada más lejos de su origen de clase media original.
La Casa de las abejas
En el antiguo Paseo de Ronda Secundino Zuazo Ugalde ejecuta uno de sus primeros y más vistosos trabajos. Aunque se tarata de un edificio aislado de renta para clase media de la época, 1919, la Casa de la Abejas constituye un proyecto de esmerada ejecución. Sus cuatro fachadas permiten luz y aire en la mayoría de las estancias, al exterior y dos patios interiores de luces, a izquierda y derecha ventilan las estancias menores.
La planta es rectangular, con hueco para la escalera y el ascensor, repartiéndose en cuatro viviendas de similar distribución. Se trata de un edificio homogéneo, de carácter racionalista y de estética regionalista -algo vasco- , con elementos que aluden vagamente al Neorrenacimiento Español, detalle que se observa en la última planta, de ladrillo visto y arcos de medio punto, en brusco contraste con el reboco tradicional del resto del cerramiento.
El callejón medianero de la fachada norte se cerró con la construcción junto al paramento de un recinto, dedicado desde 1925 a local comercial. Este local denominado “La Moderna Apicultura” es el que le ha dado su denominación popular el edificio.
Referencias.-
Calle Doctor Esquerdo y su entorno (Parte 1ª)
De Répide, Pedro
Las calles de Madrid
Ediciones La Librería
Madrid, 2005
Arquitectura de Madrid
Fundación COAM
Madrid, 2003
La Ilustración Española y Americana (Publicación Periódica ilustrada)
La Construcción Moderna (Revista quincenal de arquitectura, ingeniería e higiene urbana)