El fotograma de Marcado por el odionos sitúa en el nido triste donde se cría un pequeño delicuente que se reformará hasta llegar a ser el gran boxeador Rocky Graziano. Vean ahora el parecido con la pintura de Leopoldo Huevos que retrata también la tristeza, en este caso de una esposa que abandona a su familia. Y con calzador también recuerda, aunque no tanto, al callejón donde le dan la paliza a Philip Marlowe en El sueño eterno