Pero lo mejor de la tarde no fueron ni los vinos ni los aceites sino la buena compañía en la mesa. Estuve gratamente acompañado por una pareja de ancianos que aman los buenos vinos como yo. Muy amables, me preguntaron si se podían sentar a mi lado en la misma mesa, y yo acepté plácidamente. Rápidamente me percaté de que el marido era ciego y eso me sembró una gran duda… ¿cómo influye la falta de vista en la apreciación y análisis de los vinos? Os puedo asegurar que la vista es una fase en el análisis de los vinos muy influyente pero no determinante. Hay vinos tintos poco cubiertos que parecen rosados, o rosados de gran capa que pasan por tintos. Los colores se los iba preguntando a su esposa y se hacía una idea, pero los aromas y los gustos los captaba con una facilidad increíble. Al parecer, los invidentes tienen el sentido del olfato y del gusto más desarrollados que los demás, y por eso captan nuevos aromas y descubren más gustos en boca que pueden pasar desapercibidos para otros. Una frase que se me quedó grabada de esta persona fue: “Me encantan los aromas complejos de estos vinos, pero hay un perfume de una señora cercana que me está matando”. Prueben, y hagan el intento de catar vinos con una venda en los ojos. Seguro que es una experiencia muy positiva que ayuda a desarrollar mejor el olfato y el gusto. Un nuevo mundo de intensas sensaciones nos esperan.Hasta otra!!
Pero lo mejor de la tarde no fueron ni los vinos ni los aceites sino la buena compañía en la mesa. Estuve gratamente acompañado por una pareja de ancianos que aman los buenos vinos como yo. Muy amables, me preguntaron si se podían sentar a mi lado en la misma mesa, y yo acepté plácidamente. Rápidamente me percaté de que el marido era ciego y eso me sembró una gran duda… ¿cómo influye la falta de vista en la apreciación y análisis de los vinos? Os puedo asegurar que la vista es una fase en el análisis de los vinos muy influyente pero no determinante. Hay vinos tintos poco cubiertos que parecen rosados, o rosados de gran capa que pasan por tintos. Los colores se los iba preguntando a su esposa y se hacía una idea, pero los aromas y los gustos los captaba con una facilidad increíble. Al parecer, los invidentes tienen el sentido del olfato y del gusto más desarrollados que los demás, y por eso captan nuevos aromas y descubren más gustos en boca que pueden pasar desapercibidos para otros. Una frase que se me quedó grabada de esta persona fue: “Me encantan los aromas complejos de estos vinos, pero hay un perfume de una señora cercana que me está matando”. Prueben, y hagan el intento de catar vinos con una venda en los ojos. Seguro que es una experiencia muy positiva que ayuda a desarrollar mejor el olfato y el gusto. Un nuevo mundo de intensas sensaciones nos esperan.Hasta otra!!