¿Qué habría sido del futuro de Lio si en 2004 aceptaba la propuesta de la Federación Española de Fútbol para ponerse la casaca de La Furia Roja? ¿Habría evitado despedirse con una abultada goleada de Sudáfrica 2010 y festejar el título junto a sus compañeros Xavi e Iniesta? Nunca lo sabremos, ya que el destino no lo permitió.
Pitu Barrientos (2), Lavezzi y Ezequiel Garay pusieron en ventaja a los de Tocalli en la primera etapa. Y ahí entró en escena el joven que, en esa época, brillaba en la cantera blaugrana. Con la 17 en la espalda y en el pecho –los mismo años que acusaba su DNI por aquella fecha-, Messi salió a la cancha.
Así, compartiendo la ofensiva con un joven Lavezzi, que pocos días antes había comprado por el Genoa italiano a Estudiantes de Buenos Aires, que lo colocó en San Lorenzo por una temporada, Messi se presentaba en público con una aplastante goleada frente a Paraguay, que servía de preparación para el Sudamericano 2005 de Colombia, que otorgaba plazas para el Mundial de Países Bajos del mismo año, que coronaría al elenco celeste y blanco con Lio como figura excluyente.
Muchos de los nombres que acompañaron al habilidoso jugador del Barcelona en su debut en el seleccionado no terminaron con carreras tan espectaculares como él. Ricardo Villalba, unos años después de este partido debutó en la Primera de River. Fue debut y despedida, ya que nunca más jugó. Pasó por algunos clubes del Nacional B –Rafaela, Defensa y Justicia-, bajó a la B Metropolitana para vestir la camiseta de Defensores de Belgrano y ahora volvió a la segunda categoría del fútbol argentino para jugar en Aldosivi.
También procedente de River, estaba René Lima, quien, tras un breve paso por el exterior también probó suerte en otros equipos de Primera y del ascenso argentino, para luego mudarse a Chile, donde disputará la Copa Sudamericana con el Cobreloa.
José Luis “Pipi” García –actualmente en Rosario Central-, quien se desempeñaba en San Lorenzo, fue otro de los que participó de este amistoso, así como Franco Miranda, otro nacido en River, que actualmente juega en Patronato, Federico Almerares –ahora en Belgrano, después de una larga estadía en el fútbol suizo- y Joaquín García, un enganche que inició su carrera en Gimnasia de La Plata y ahora brilla en el Bnei Yehuda de Israel.
En tanto, el jugador que dejó la cancha para dejar que el astro argentino debutara con la albiceleste juega actualmente en el Puebla de México, tras pasar por el Vasco da Gama y ser rechazado en el Glasgow Ranger luego de una prueba.
El 29 de junio quedará grabado a fuego como el día en que Messi confirmó su idilio con Argentina, pese a que aquí todos le cerraron las puertas a la hora de costear su tratamiento hormonal para el crecimiento. El día en el que Tocalli le abrió las puertas para asegurarse tener entre nuestras filas a uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol mundial.