Emilio Butragueño, el Buitre, Miguel Pardeza, Manolo Sanchís, Míchel y Rafael Martín Vázquez brillaron en el Castilla, filial del Merengue, y llenaron de gloria al conjunto blanco en la década del ’80.
En 1983, este quinteto de jugadores de inferiores del Madrid recalaron en el Castilla, que se convirtió en la primera filial en obtener un título. Por ese entonces, el periodista Julio César Iglesias, en un artículo publicado en el diario El País, titulaba: “Amancio y la Quinta del Buitre”. Amancio, hacía referencia al DT del equipo, apellidado Amaro, mientras que Quinta significa en España generación o grupo de contemporáneos.
Así, un 4 de diciembre de 1983 debutaron Sanchís y Vázquez en un encuentro ante el Murcia –el primero marcó el gol de la victoria-. Dos meses después, fue la hora de Butragueño, quien hizo dos goles y metió una asistencia en su primer partido, que sirvieron para remontar un 0-2 ante el Cádiz. En tanto, Pardaza –con 17 años- y Míchel debutaron poco tiempo después.
Butragueño, Sanchis, Martín Vázquez y Míchel se consolidaron en el primer equipo, mientras que Pardeza fue cedido al Real Zaragoza en 1985 y volvió en el ’86, para retornar al Zaragoza un año después.
Los otros cuatro integrantes de la Quinta del Buitre se encargaron de llevar al Real a dominar España durante toda la segunda mitad de la década del ’80 y a erigirse como uno de los mejores equipos europeos.
En tanto, hasta hoy en día, este equipo, en el que también brillaron Bernd Schuster y Oscar Ruggeri, el goleador mexicano Hugo Sánchez, Rafael Gordillo, Francisco Buyo, “Juanito” y Fernando Hierro, entre otros, posee el récord de mayor cantidad de encuentros invicto como local en el mundo, con 121 partidos.
La Quinta del Buitre marcó a fuego al Real Madrid. Con clase y calidad, llevó al equipo blanco a conquistar títulos y a hacer gozar al Bernabeu, que hoy sufre al ver que La Quinta de Messi conquista el mundo con el Barcelona.