Es muy probable que hayas oído hablar sobre las Camas montessori, ya que, en los últimos años, se han convertido en una alternativa cada vez más popular a las camas convencionales para niños y niñas.
¿Quieres saber qué hace que las camas montessori sean tan especiales? Si estás buscando fomentar la independencia y la autonomía de tus hijos, sigue leyendo. En el post de hoy te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre estas camitas y descubriremos cómo pueden convertirse en una herramienta muy útil para apoyar el crecimiento y desarrollo de los más pequeños de la casa.
¿Qué es una cama montessori?
Las camas montessori son camas que han sido diseñadas para que cualquier niño o niña pueda acostarse y levantarse de ellas sin la ayuda de un adulto. Por ello, este tipo de camas suelen estar colocadas a ras de suelo y no tienen barrotes, barandas ni ningún tipo de elemento que pueda dificultar el movimiento y la autonomía.
Estas camas se inspiran en la filosofía educativa de la pedagoga italiana María Montessori. La pedagogía Montessori va más allá de ser una simple corriente educativa, convirtiéndose en una manera muy particular de entender la educación y la crianza de los hijos.
Las camas montessori tienen un diseño minimalista y funcional, muy reconocible, que ayuda a que los niños se sientan seguros y protegidos. Elegir una de estas camas para nuestros pequeños, no es solo elegir el sitio donde van a dormir y descansar, es también apostar por una mayor autonomía y libertad en su proceso de crecimiento y desarrollo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Son cada vez más las familias que apuestan por este tipo de camas para sus hijos, algo que podemos entender cuando nos paramos a analizar sus ventajas:
1. Fomentan la autonomía. Su diseño permite que los niños puedan entrar y salir de ellas sin peligro y de forma fácil. De esta manera aprenden a ser independientes y a tomar sus propias decisiones.
2. Son muy seguras. Al estar a nivel del suelo, las camas montessori eliminan el riesgo de caídas, creando un lugar seguro para los niños y niñas de todas las edades.
3. Favorecen el desarrollo físico. Este tipo de camas fomentan el movimiento libre y natural de los pequeños, lo que ayuda a desarrollar su fuerza, su agilidad y su coordinación motora.
4. Facilitan el aprendizaje. Los niños, al encontrarse en un ambiente seguro, cómodo y adaptado a su nivel de desarrollo, se encuentran en las mejores condiciones para centrarse en aprender y descubrir el mundo que les rodea. El método Montessori abre la puerta a un correcto desarrollo cognitivo y emocional.
5. ¡Son muy bonitas! Esto es algo que salta a la vista, y es que su diseño minimalista y sencillo es capaz de captar todas las miradas, transmitiendo paz y tranquilidad.
¿Y sus inconvenientes?
Aunque, como hemos visto, las camas Montessori presentan numerosas ventajas, es importante tener en cuenta que también pueden tener algunos inconvenientes. Por esta razón, es recomendable conocer estas posibles desventajas antes de realizar una elección, de manera que podamos tomar una decisión adecuada y acertada a nuestras necesidades.
1. Requieren más espacio. Debido a que estas camas están diseñadas para estar a ras del suelo, no se pueden apilar con otras camas, como en le caso de literas o camas nido. Sin embargo, en el mercado podemos encontrar camas Montessori de diferentes tamaños, desde modelos más pequeños de 70 cm, hasta las más comunes camas de 90, lo que les permite adaptarse a diferentes necesidades de espacio.
2. Algunos niños pueden necesitar más tiempo para acostumbrarse a dormir en una cama montessori, sobre todo si no han estado acostumbradas a esta libertad de movimiento desde su nacimiento. Aunque mi experiencia me dice que los peques se suelen adaptar muy rápido y ¡además les encantan!
3. Pueden ser más difíciles de encontrar en tiendas de muebles convencionales. Aunque son una opción cada vez más demandada, para comprarlas en la mayoría de las ocasiones es necesario buscar opciones online.
Si sois lectores habituales del blog ya sabréis que para nosotros esto no representa ningún inconveniente, ya que en casa somos grandes fans de las compras online, que nos permiten acceder a un gran catálogo de productos y ahorrar tiempo y dinero.
4. Su particular estética puede no ser del agrado de todas las familias.
5. Pueden ser algo más caras, sobre todo si optamos por modelos personalizados o más elaborados.
En resumen, como ves las camas Montessori son una opción perfecta si queremos que nuestros hijos puedan explorar y experimentar en un ambiente seguro, recargando energías para seguir creciendo y descubriendo el mundo. Evidentemente, también tienen algunos desafíos y debilidades, ¡será cuestión de encontrar la opción más adecuada para cada familia!
Contadme, ¿os gustan las camas Montessori? Si las habéis probado nos encantará leer vuestra experiencia al respecto en los comentarios.