Los paradigmas son modelos mentales inconscientes que tenemos todos acerca del universo y todo lo que nos rodea, visible e invisible.
Los paradigmas filtran y dan forma a todas nuestras experiencias en la vida y actuan con gran eficacia en dos de los cuatro niveles de acción en los que todo hombre y mujer se desempeña: mental y emocional.
Lamentablemente por ser modelos que fabricamos por así decirlo del mundo en el que vivimos, no siempre son exactos o correctos, puesto que todo el universo evoluciona constantemente y lo que pensábamos que era de gran utilidad ayer, mañana puede no serlo. Obviamente esto no es cierto en todos los casos, pues hay hechos y acontecimientos que no cambian y que tienen un comportamiento o una ocurrencia predecible o invariable.
Los paradigmas son también modelos de protección para cada individuo de acuerdo con su sistema de valores y creencias y son los responsables de estancar el progreso en las personas, puesto que de tanto repetir un modelo particular de pensamiento se presenta un impulso súbito para continuar haciéndolo. De forma tal que la gran mayoría de personas van por la vida en piloto automático gobernadas por sus paradigmas y actúan sin ni siquiera darse cuenta o cuestionar la utilidad de sus actuales modelos de pensamiento.
Y en lo referente al éxito, los paradigmas ejercen un control extraodinario sobre los pensamientos y los actos de las personas.
De acuerdo con esto existen dos clases de individuos que recorren el camino del progreso con resultados diametralmente opuestos y son:
- Quienes están controlados por sus paradigmas y hacen poco o nada para cuestionarlos, cambiarlos o modificarlos.
- Quienes son conscientes de la necesidad de ampliar su pensamiento y estirar o cambiar sus límites mentales como una norma continua para avanzar en las metas que se han propuesto. Y este desde luego es el método que ha sido y sigue siendo utilizado por las personas de éxito en todo el mundo y en todas las épocas.
Entendiéndose por éxito la realización progresiva de un sueño o de una meta que vale la pena y siempre que esta meta sea legal, moral y ética.
Un comportamiento típico de aquellas personas que son controladas por sus paradigmas viene de la expresión que utilizan cuando son sometidos a un cambio en su nivel de pensamiento y dicen algo como: ¡yo ya sé qué es eso!, ¡eso no funciona o no se puede hacer!, y frases por el estilo. Nótese que esta línea de pensamiento viene de una persona que no conoce nada o muy poco de la información que tiene una propuesta para tomar una decisión. Es decir se manifiesta con una presunción que toma decisiones automáticas con el fin de no cuestionar su modelo de pensamiento.
Otra cara de la moneda la tienen quienes cuestionan sus paradigmas y siempre tienen su aprendizaje en un contexto relativo porque saben que no pueden saberlo todo y que necesitan alimentar su mente con nuevos datos e ideas para aprender, crecer y cambiar.
En esta línea de pensamiento y de personas predomina siempre la curiosidad y la humildad por aprender y no toman nunca decisiones automáticas sin antes haber tenido datos suficientes y estar seguros que la oportunidad está siendo juzgada por lo que es y repesenta, y no por conceptos predispuestos que aniquilan el avance hacia el progreso.
En lo referente al dinero y al éxito hemos visto en nuestra experiencia con personas que existen también ciertas ideologías que distorsionan las líneas de pensamiento y refuerzan los paradigmas equivocados que impiden el avance hacia el logro de los objetivos:
- La ideología de lo fácil, que hace que las personas busquen siempre oportunidades para obtener resultados meteóricos en el logro de metas y objetivos sin trabajar lo suficiente , pagando por ello altos fracasos económicos y de tiempo, porque no existen maravillas que produzcan resultados sin trabajo y esfuerzo y más aún cuando un proyecto de negocios cualquiera que sea comienza.
Desde luego que existen atajos para lograr resultados materiales rápidos a través de cursos y experiencias de quienes son exitosos en un campo determinado y aprender de sus errores y triunfos acorta bastante el camino. Pero el trabajo propio es necesario e insustituible para poner en práctica todas esas ideas y para esto se hacen necesarias: la planeación, el control y la disciplina para ver los objetivos convertidos en realidad.
- La ideología de que el éxito es sólo para privilegiados, de modo que para la gran mayoría de personas la única oportunidad es conseguir lo suficiente para vivir o sobrevivir.
Esta línea mental está muy dada por la gran inercia que traen las masas al pasar por una educación tradicional de 12 o más años, donde no se concibe el éxito sino después de pasar por años en las aulas académicas y como resultado de ello acceder a posiciones privilegiadas donde sólo unos cuantos afortunados logran llegar. Y quienes no pueden acceder a estos recursos, deben conformarse con vivir por debajo de sus aspiraciones.
- La ideología de no cometer errores en el proceso de construcción de una idea, un emprendimiento o un negocio.
Por lo cual muchas personas que sufren un revés o encuentran obstáculos en sus proyectos económicos para ser independientes y crecer, tiran la toalla de manera rápida y se hacen a la idea de que no nacieron para eso y que es mejor lo conocido que lo nuevo por conocer.
Y este paradigma ha sido condicionado en gran parte por el sitema de educación tradicional, donde el cometer errores para aprender de ellos es seriamente penalizado con las notas y por lo tanto se desarrolla una aversión incluso a tomar en la vida práctica riesgos controlados.
Para cambiar estos modelos mentales o paradigmas de estancamiento y temor te sugiero tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
para comenzar cualquier tipo de proyecto independiente o idea de negocio en tu campo de acción debes básicamente seguir estos pasos: