Este último año está siendo muy apasionante para mí, dado los cambios que se han ido produciendo en mi vida. Esto me ha obligado a tener que dirigir mi atención hacia nuevas áreas inexistentes hasta ahora. Como diría mi maestro y amigo José Miguel Bolívar, el artesano es como un malabarista. Tiene que tratar de mantener en el aire todas aquellas bolas que realmente proporcionan equilibrio. El problema está en que al principio no conoces cuál es tu capacidad y lo que es aún más importante, cuáles son las bolas que nunca deben caerse y cuáles son las que si se caen no pasa nada o tienen un menor impacto. En mi caso, la bola que ponía blog se ha caído al suelo. Éstas son las cosas del foco, el marido de la foca
¿Qué va a ser diferente en este cuarto año? Básicamente incorporar los aprendizajes extraídos de este año y generar cambios que sean sostenibles. Soy de los que piensan firmemente, al igual que Toni Nadal, que «Todo se puede entrenar», y sería una pena no hacerlo cuando, como dice Pau García Milà, «todo está por hacer». Ya he comenzado a entrenar al igual que lo hago para otras facetas de mi vida. ¿Quieres ver los resultados? Pues no dejes de visitar el blog, porque sin ti querido lector, este proyecto no tiene sentido. Sigo con la misma ilusión y las mismas ganas de siempre, así que seguiremos viéndonos durante otro año más.
Un fuerte abrazo y hasta el siguiente post!
Esta entrada Cambiando Creencias cumple tres años has sido publicada por Antonio José Masiá