Por Bernardo Villar
“Cambiar el mundo” suena bien inspirador, bien bonito…. Y tremendamente impreciso.
¿Cuál es ese cambio? ¿Cómo se ve?
Partamos de algo: La transformación no cambia el mundo. Transforma tu percepción del mundo y por lo tanto, quién eres en el mundo. Se transforma cómo ocurre el mundo para ti y por lo tanto cómo ocurres tú en el mundo.
Ahora, al transformar a la persona, se transforma lo que para esa persona es posible, y si ese mismo impacto se multiplica tendremos cada vez más personas que ven nuevas posibilidades donde antes no las veían y ¿quién sabe? Tal vez el mundo cambie.
¿Qué se requiere? No mucho. De hecho solo tres cosas: Visión, compromiso y enrolamiento. Pero visión grande y bien clara, compromiso a toda prueba y enrolamiento a lo bestia.
Dependiendo de lo clara que tenga si visión, dependiendo de su grado de compromiso con crearla y dependiendo de su enrolamiento a esa visión, un lídertransforma a su familia, a su comunidad y por supuesto, ha habido líderes que han transformado al mundo. No su mundo, sino EL mundo.
¿Tu qué mundo estás comprometido a transformar?