Cambio de planes

Publicado el 01 febrero 2014 por Mer

Funda vieja de tabla de plancha

¿Cuántas fundas de tabla de planchar has comprado ya? Seguro que más de una... Con el uso se van "tostando" e incluso se llegan a quemar. No queda más remedio que sustituirlas por una funda nueva. A comprar otra, qué le vamos a hacer.

Dobladillo de funda de tabla de plancha

Con el reparto familiar de tareas, en aquella ocasión no me tocó a mi ir a comprar. Y en lugar de una funda nueva para la tabla de la plancha llegó un muletón para planchar.
Así es que, me vi con un muletón y sin funda. He de confesar que nunca había tenido en mis manos ningún tejido como ese, tan grueso y parecido al fieltro. Pues nada, a cambiar el encargo en la tienda el próximo día, qué le vamos a hacer.

Muletón para tabla de plancha


Con las tiendas cerradas durante el fin de semana y mi falta de paciencia, la cabeza empezó a darle vueltas a una posible solución.
El muletón tenía buena pinta... ¿y si lo utilizo? pues nada, a recortarlo con la forma exacta de la tabla.
Y ¿no tenía yo un retalito de loneta en color crudo? A buscarlo. Uff, igual no es suficiente. No importa, a ver uniendo unos trozos con otros como si fuera un puzzle...

Funda nueva de tabla de plancha

Ahora a cortar la forma exterior pero ¿y el patrón? Humm, si no hace ninguna falta! La misma forma que la funda vieja, un par de centímetros más para el dobladillo y ya está.
¿Y el cordón para ajustarlo a la tabla? Pues el cordón de la funda vieja irá perfecto. Un poco de paciencia para introducirlo por el dobladillo con una horquilla, siguiendo el método tradicional de toda la vida.
Coloqué el muletón bien recortadito.
Y después ajusté la funda nueva.
Listo.
Ahora resulta que el muletón es todo un invento. Es la mejor funda de tabla de plancha que he tenido. Menudo descubrimiento!!!

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