El miedo que muchos le tienen a la libertad, es por la responsabilidad que ella conlleva.
¡Estará la sociedad venezolana preparada para un cambio de rumbo? Muchos de los que deseamos un cambio de sistema nos hacemos esta pregunta, ya que el comportamiento que vemos de los ciudadanos en las calles nos afirma lo contrario.
El proponer un proyecto país sin nada de populismo es a lo que le temen los políticos bien sean del oficialismo o de la oposición, porque tenemos una sociedad que se convirtió de una u otra forma en mendigos y los políticos de oficio con un sector de la sociedad no dejan de ser limosneros.
Cambio de rumbo sin costo político no lo hay, porque poner las cosas en su lugar constaría mucho sacrificio, como trabajo y esfuerzos que muchos no están dispuestos a asumir.
Eliminación de misiones, eliminación de carnet de humillación, educación pública paga por medio de la declaración de renta, salud bajo la figura de un seguro, el pago obligatorio de servicios públicos, depuración de la fuerzas armadas, acabar con la corruptela en los empleados públicos, eliminar las organizaciones llamadas colectivos, devolver las empresas expropiadas por el estado, la liberación del dólar para tener una economía libre y confiable, depurar todos los poderes para que podamos tener de nuevo un estado de derecho, seguridad jurídica y poderes autónomos e independientes.
¡Estará preparada la sociedad venezolana para ese cambio de rumbo? Todo cambio en estos momentos para bien del país es antipopulista, costo político que nadie quiere asumir, pero si pensamos con la sangre fría, es la única salida posible para volver a tener una Venezuela libre, con isonomía, democrática y decente, de lo contrario seguiremos el camino hacia un fondo que no tiene límite y en donde muchos se quedarán sin ver a su amada Venezuela renacer de las cenizas.
¡Cambio de Rumbo! Es necesario para que el venezolano vuelva a tener una estabilidad económica, laboral, alimenticia, con seguridad y una buena calidad de vida.
Tenemos que cambiar y Mario Benedetti no lo recuerda en su obra Primavera con una esquina rota, obra que relata las vivencias que tuvo que pasar Santiago en épocas de la dictadura en uruguaya quien fue apresado por los “milicos” como él los llamaba, entre su relato Santiago nos deja esta frase donde se refleja el amor que debemos tener nosotros con lo nuestro, él nos dice.
“Cuando uno llega a percibir que una calle no le es extranjera, sólo entonces la calle deja de mirarlo a uno como a un extraño”
Tenemos que volver a ver el país como nuestro y, rescatarlo de quienes se creen dueños y señores de patio donde se tiende la ropa y se trilla el trigo.
Todo cambio requiere de esfuerzos y sacrificios, si no se asume dicha responsabilidad, nunca se dejará de ser esclavo del sistema.
Por Luis F. Córdoba R. @lfcr81
Para atracoalpueblo.com
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