Cambios en el mapa de los Balcanes V: Inicio de la desintegración de Yugoslavia. Independencia de Eslovenia

Publicado el 30 julio 2010 por Pedro
Tras la II Guerra Mundial, el fuerte e indiscutido liderato de Tito pudo mantener unidos a los distintos territorios de Yugoslavia, aunque no acabó con los nacionalismos que pervivieron de una forma larvada. Es más, ciertas políticas del gobierno, como la descentralización económica, el federalismo o la tolerancia cultural, contribuyeron a su pervivencia. Cuando murió Tito (1980) no hubo una persona capaz de sucederle manteniendo la vertebración del Estado; a la vez, los diversos nacionalismos emergían con una fuerza imparable.
El acceso de Milosevic (foto) a la Secretaría de la Liga Comunista Serbia iba a marcar un punto de no retorno en la desintegración del Estado. Milosevic apostó por el nacionalismo gran-serbio lo que provocó que las élites locales (seguidas por gran parte de la población) apostasen por el nacionalismo independentista. En las elecciones celebradas en 1990,  se impusieron los nacionalismos en las distintas repúblicas. En Croacia, durante la campaña electoral, emergió un movimiento ultranacionalista (dirigido por Tudjman) que marginó a las minorías serbias que habitaban distintas partes de la República.
La intransigencia de Milosevic (apoyado por el ejército) a aceptar la propuesta eslovena y croata de crear una Confederación (julio, 1990) acabó con la última oportunidad de seguir manteniendo unido al Estado Yugoslavo.
El rechazo serbio a esta propuesta provocó las declaraciones unilaterales de indpendencia de Eslovenia y Croacia (junio, 1991) iniciandose de inmediato un conflicto armado.
Serbia, tras unos breves combates ("guerra de los diez días"), dio por perdida a a Eslovenia (un territorio mucho más homogéneo que los otros, casi el 90 % de la población es eslovena) y se centró en la guerra contra Croacia.
Eslovenia se convirtió en un nuevo estado que pronto (2004) iba a entrar en la OTAN y en la U.E. (desde 2007 pertenece a los países de  la zona Euro). Un pequeño estado habitado, hoy, por poco más de dos millones de habitantes.