Una vez que te das cuenta de que estas embarazada, comienza una etapa llena de cambios.
Todos dicen que te ves radiante y que tus ojos tienen un brillo especial, pero no todo es color de rosa y algunos de estos cambios pueden resultar bastantes molestos.
Nuestro cuerpo irá creciendo día con día para albergar a nuestro bebé, nuestras hormonas se revolucionan y esto repercute en nuestro estado de ánimo y nuestra piel.Es muy habitual que como consecuencia de estos cambios salgan granitos en la frente o que se manchen mejillas, cuellos, axilas, entre muchísimos mas cambios.
Los primeros tres meses se caracterizan por el cansancio y el estado de somnolencia; ese sueño permanente que no se te quita aunque duermas por horas. Poco a poco también notamos que nuestros pezones se vuelven más oscuros y que en el centro de nuestra pancita se va dibujando una fina línea oscura. Esto ocurre por una mayor concentración de melanina en nuestro cuerpo y sisterma, pero… aunque pensemos que es para toda la vida; esto no es así... Todo esto es totalmente transitorio y una vez que el embarazo termina estos síntomas desaparecen; sí, así como lo lees desaparecen como por arte de magia y te lo digo yo que he sido prueba de ello.
Algunas mujeres sentimos picazón en la panza y pechos. Esto se debe principalmente a que la piel se está estirando.