Camel - A Nod And A Wink (2002)

Publicado el 21 julio 2020 por Moebius
#Músicaparaelencierro. Raúl aparece nuevamente, y esta vez con Camel. "Ya estamos en la etapa del sello Camel Production, fundado por ese gran tipo que parece ser Andy Latimer. Un álbum mágico, que recién estoy explorando, pero ya me encanta. Se puede apreciar, claramente, la magia intacta de la composiciòn de Latimer, esta vez secundado por Guy Le Blanc. El álbum está dedicado a Peter Bardens, principal secuaz de Latimer; que falleciera ese mismo año. Ojo que existen algunos que se animan a decir que es el mejor disco de toda la carrera de Camel; por lo cual, fuera de decir si lo es o no, estamos ante una obra maestra, en mi opinión. Como tema destacado, puedo nombrar a For To Day, dedicado a las víctimas del atentado a las torres gemelas;  una canción bastante pinkfloydiana. Pero a lo largo de todo el disco descubriremos los típicos arreglos de flauta y teclado acostumbrados en esta preciosa banda, tan poco valorada, pero que tiene un gran lugar en el corazón de los cabezones". Amen!!!
Artista: Camel
Álbum: A Nod And A Wink
Año: 2002
Género: Rock progresivo
Duración: 55:34
Nacionalidad: Inglaterra
Debe ser un flash dedicar un disco a un compañero y amigo fallecido que te ha acompañado por décadas. Aquí, un disco intimista, reflexivo, sereno, nostálgico, que sigue en la misma línea que los de su última camada. Como siempre la guitarra de Latimer marca el contenido de todos los temas.
A Nod and a Wink es el decimocuarto álbum del grupo de rock progresivo Camel publicado en julio de 2002. Este álbum fue dedicado a Peter Bardens, que falleció en enero de 2002.
Esta nueva entrega de Camel devuelve protagonismo a la flauta travesera y el sonido en muchos pasajes tienes aires folks con una vuelta al sonido más británico del grupo. Andy Latimer vuelve a componer con otro músico, Guy Le Blanc, lo que se traduce en un mayor peso de los teclados en el disco, comparándolo con el anterior. La canción For Today está dedicada a las víctimas del atentado de la Torres Gemelas de New York del 11 de septiembre de 2001.
Por un tiempo la estabilidad en el grupo se concentra en el cuarteto formado por Andy Latimer , Colin Bass , Guy Leblanc y Denis Clement, pero debido a unos problemas de salud inesperados, Guy Leblanc es sustituido para los conciertos en USA por Tom Brislin (que anteriormente estuvo tocando con Yes ) y para la gira Europea, el puesto fue ocupado por Ton Scherpenzeel. La gira comienza el 26 de junio de 2003 en The Catalyst de Santa Cruz, California y finaliza el 31 de octubre en The Corporation de Sheffield Inglaterra.
Esta gira fue anunciada como la última del grupo a nivel mundial, tras la cual Andy Latimer y Susan Hoover retornan a su tierra en Inglaterra para seguir produciendo y editando música de Camel y dejando la posibilidad abierta de realizar algún tour futuro pero más limitado.
Wikipedia
En el gráfico que acompaña al disco, Andy Latimer hace un comentario de los 30 años de existencia de su banda, y repasa la lista de miembros que han pasado o están en ella, haciendo mención al tristemente fallecido Peter Bardens.

Se puede decir que podría ser una continuacion de "Rajaz", pero con algunas diferencias, pero se mantiene el tono nostálgico y melancólico de los ultimos trabajos de de Camel, aunque aparecen temas más animados y hasta un homenaje al progresivo setentero, dando por resultado un trabajo muy bueno,  muy accesible, poco arriesgado, con algunos temas pegadizos y que acaba con dos temazos practicamente instrumentales marca de la casa.
Luego de tres años de espera Camel nos brinda un nuevo trabajo en estudio. Y aunque sus últimos tres discos se habían caracterizado por una profunda tristeza subyacente en casi todos sus temas, A Nod and a Wink no continúa esa tendencia, al menos con ese protagonismo. Tanto Dust and Dreams (1991), Harbour of Tears (1996) y Rajaz (1999), o sea las tres obras de Andrew Latimer como artista y editor independiente, creaban un mundo fantástico, profundo, intrigante y oscuro. Y todos suponían que el nuevo trabajo, cuya inspiración iba a tener mucho que ver con los treinta años de carrera que celebraría, seguiría esa tendencia. Pero no fue así. Al menos no tanto. Lo que antes era tristeza y melancolía
aquí se transforma en "nostalgia", como si el repaso a su vida le brindara una sensación de moderada paz, lo que pasado a través de un Andrew Latimer deriva en una felicidad un tanto "acotada", no exenta de cierta tensión, lo que en realidad le da a Camel su característica musical intrínseca.
Los temas remiten con evidente intención a ciertos momentos claves de la carrera de Camel. Así, varios pasajes podrían haber estado sin ninguna dificultad insertos en Snow Goose, Moonmadness, Nude o hasta Breathless o Stationary Traveller, aunque la etapa de mediados de los 70's es la más explorada. Y mucho debe tener que ver en esto el hecho de que la formación que grabara el disco sea la misma -por primera vez en décadas- que ha realizado una extensa gira durante los años 2000 y 2001, o sea, Colin Bass en bajo, Guy LeBlanc en teclados y Denis Clement en batería, aparte del indispensable Andrew Latimer en guitarras y flautas. LeBlanc llega incluso a co-componer algunos de los mejores temas del álbum, hecho también inédito desde Stationary Traveller (1984, músico colaborando en la composición). Lo que lamentablemente no sucedió fue un protagonismo mayor por parte de LeBlanc en la mezcla final, ya que se oyen muy lejanos algunos pasajes de gran virtuosismo por parte del tecladista canadiense, cuyos sonidos recuperan el encanto y variedad de los que usaba Peter Bardens en álbumes como Mirage o Moonmadness. Y la relación con Snow Goose surge sobre todo a partir de la recuperación por parte de Latimer de la guitarra acústica y la flauta, ambas con un protagonismo mucho mayor que en los álbumes posteriores a 1975.
Una de las mayores -y bienvenidas- características del disco es la enorme dinámica de los cambiantes pasajes de los temas. Las siete composiciones aquí incluidas pasean con gran comodidad (hecho posible cuando los músicos se conocen y están igualmente cómodos) por todo tipo de matices y melodías,
sorprendiendo a cada momento con un giro inesperado. Esto se evidencia mucho en piezas como "Fox Hill". En ella un ritmo reminiscente a "A Song within a Song" y de tono muy alegre y simple crea la idea -falsa- de un posible tema pop de Camel, ya que Latimer canta exagerando su tono inglés teatralizando
la letra muy juguetona, a lo Gabriel en Genesis, para luego del primer minuto derivar en un pasaje totalmente "beatlesco" (lo que también hacía Genesis) para, a continuación, cobrar un tono e intensidad totalmente diferente, mucho más tensa y con un solo de guitarra de Latimer seco y contundente. Luego de los tres minutos aparece quizás el mejor momento de LeBlanc en el disco, recordando aquí sí indudablemente al Bardens más clásico. El tema alzanza un tono épico y retoma la línea inicial a los cinco
mintuos, poco después de un cruce maravilloso entre Latimer y LeBlanc, con un apoyo excelente de Bass y Clement. Una pieza atípica para Camel, pero llena de guiños a los seguidores de la banda. Otro de los grandes temas es "A Nod and a Wink". El comienzo con el sonido de los pájaros y un tren partiendo nos lleva a un viaje en el tiempo y espacio, ya que nos sitúa adecuadamente en un paisaje rural de campiña
inglesa, reafirmado desde la percusión casi de cajita musical y la flauta de Latimer al estilo "Ian Anderson", para luego derivar en un instante a cargo de la guitarra acústica de enorme belleza, y el sobrio pero importante apoyo de LeBlanc. El tema pasa repentinamente a cobrar una gran fuerza y LeBlanc muestra por primera vez un protagonismo acorde con su talento, y luego baja el tono para exhibir un hermoso trabajo vocal de Latimer que nos remite a la belleza de temas como "Breathless". Pero, como en todo el disco, un brusco cambio nos entrega uno de los mejores momentos del álbum, pasados los siete minutos, al mejor estilo Moonmadness o Nude.
Extrañamente sólo hay un tema instrumental en el álbum, el notable "Squigely Fair", de tono cercano a "Echoes" de Breathless, uno de los clásicos de todos los tiempos de Camel. Aquí la banda se suelta y muestra su potencial creando otro gran momento de la carrera de Camel. El último de los temas del disco es un nuevo "Ice", una pieza mayormente instrumental inspirada en los hechos sucedidos en New York el 11 de septiembre de 2001. Aquí Latimer aporta su característica entrega, con un solo antológico y conmovedor, digno de los mejores momentos de su carrera. El tono remite incluso a algunos temas de Pink Floyd, al Gilmour inspirado de "Comfortably Numb" o "Shine On You...", para cerrar casi como un himno, con un coro solemne que repite como una plegaria la letra en contrapunto con el desgarrador trabajo de Latimer. Impresionante. De los temas más breves, "Simple Pleasures" ofrece un ritmo oriental más típico de los discos de Colin Bass, y una hermosa melodía, con una cadencia casi latina en el desarrollo. "A Boy's Life" es otro gran momento. Luego de un comienzo acústico el tema va in crescendo hasta crear un maravilloso y emotivo pasaje después de los cinco minutos, con uno de esos momentos por los cuales se justifica la existencia de un grupo. Notable. Y el último de los temas del álbum es "The Miller's Tale", un breve interludio acústico muy pastoral, con sonidos de oboe y guitarra acústica y flauta de enorme sugerencia, como alguno de esos delicados pasajes de Snow Goose o hasta el "Harlequin" de Genesis, aunque esta vez cantado por Latimer.
A Nod and a Wink es un trabajo fascinante, de enorme belleza, mucho menos denso que la última etapa de la banda, casi como un cierre, un moño para una carrera de treinta años. De todas maneras, y por la calidad vigente demostrada por Latimer, la historia de Camel lejos está de terminar, con una gira anunciada para el año que viene, la edición de dos DVDs y un nuevo álbum acústico con nuevas versiones de sus mejores momentos.
Un bienvenido y dignísimo testimonio por parte de un artista trascendente en la historia del rock progresivo.
Andrés Valle


Bien, pues despues de ese pedazo de disco titulado Rajaz , Andrew Latimer nos deleita con esta nueva obra, que continua en la misma linea ascendente de calidad, excelente portada y presentacion, como siempre, y por supuesto la magnifica produccion a cargo del propio Latimer.
En el comienzo del disco se oye desde la lejania el sonido de un tren que se acerca, y ya con las primeras notas y con la entrada de la caracteristica voz de Adrew se reconoce el estilo inconfundible de Camel, fantastico A nod and a Wink para abrir el disco, con guitarras impregnadas de ese sentimiento que solo unos pocos guitarristas en el mundo saben transmitir, y entre ellos Latimer es un maestro. Profusion de flautas y teclados todo ello con un sonido inmejorable con cierta melancolia y tristeza, no sin momentos mas alegres y optimistas como en Fox Hill, magnificos los teclados, estupenda la instrumental Squigely fair con un inicio que nos transporta inmediatamente al glorioso Snow Goose, Se me hace dificil destacar algun tema, pero yo destacaria el ultimo For today, la letra nos invita a vivir la vida y a tener en cuenta que no hay segundas oportunidades, mientras la musica te sumerge poco a poco en una segunda ICE, que desde luego no la supera, pero que queda a un nivel muy similar., un tema largo en el que utiliza esa guitarra que va subiendo de tono hasta llegar a ponernos el vello erizado, para terminar con el mismo tren del principio pero esta vez alejandose, luego el silencio.
Como todos imaginabamos despues de la muerte de Peter Bardens, hay una emotiva dedicatoria en el libreto , y se nombra a todos los musicos que han intervenido a lo largo de nada mas y nada menos que 30 años de existencia de Camel.
En definitiva, se trata de una grandisima obra que culmina la fantastica carrera de uno de los grupos mas emblematicos del rock sinfonico- progresivo y que para esta ocasion parece recorrer en un tren imaginario toda su discografia, pues hay diferentes matices que nos recuerdan a uno u otro disco de toda la carrera musical de Camel . Para mi totalmente imprescindible.
Un saludo a todos
Joaquin Albert 

A ver, repasamos el disco tema por tema...
1º- A nod and a Wink ( 11'16'' ): Comienza con sonidos de pájaros y el arranque de un tren. Nos hace imaginar que estamos en una campiña. Suaves sonidos empiezan a sonar, flauta, xilófono, tic-tac percusivo y teclado. Ya la guitarra y flauta suenan dando paso a la voz de Andy , y sigue el tema intimista, tranquilo hasta que, con la melodía de un silbido, entra la batería y suena Camel '90. A partir de aquí el tema se desarrolla como nos tiene acostumbrado este grupo, bellas melodías e instrumentales largos . Cómo primer tema, que da título al disco, nos hace entrar dentro de la obra, de forma paulatina, dejándonos buen sabor de boca.
2º- Simple Pleasures ( 5'31'' ): De nuevo comienza de forma lenta y triste, con la voz de Latimer, que bajo la tutela de su guitarra hace progresar el sonido cameliano, arropando el canto con melancolía, hasta acabar el tema acompañado con percusiones.
3º- A boy's life ( 7'20'' ): Guitarra y voz de Latimer, nos hace pensar que este es un tema lento, desde el principio hasta el final, y de alguna forma lo es, pero a la mediación, la carga instrumental que se añade  nos hace viajar, otra vez, por los paisajes de colores que nos pintan sus notas.
4º- Fox Hill ( 9'19'' ): De repente salta la sorpresa. Al empezar a escuchar este tema no suena a Camel. ¿A quien suena?, ¡Génesis!. Salvando las distancias y la comparaciones odiosas, la forma de cantar de Andy, de forma teatral, y la cascadas de notas que comienzan, se nos hace comparable al sonido Genesiano, época Gabriel. Por supuesto más adelante suena a Camel por los cuatros costados, aunque la repetición de los teclados y voces, de nuevo nos resurge Génesis, y vuelta a la guitarra Latimelniana. El tema acaba con el acompañamiento de la flauta. A algunos le podrá gustar y a otros no, debido a que el tema es el  que menos va en la línea del álbum, pero creo que se agradece que Camel nos regale con este precioso título.
5º- The Miller's Tale ( 3'34'' ): Después de la tormenta llega la calma. Este es el tema lento, intimista, que nos regala Camel. Para cerrar los ojos  y soñar.
6º- Squigely Fair ( 8'02" ): El canto mañanero de un gallo, nos despierta de nuestro sueño, y nos recuerda que estamos antes una gran banda. Así empieza a sonar todos los instrumentos, de forma alegre. Pocas letras lo acompañan, por lo que se puede considerar íntegramente instrumental, hay un momento que nos cambia a un sonido campestre, cercano al country, pero dura poco, y con las notas de guitarra y flauta, el tema va decayendo hacia el pausismo melancólico e intimista de este álbum.
7º- For Today ( 10'40'' ): Otro título que comienza lento, melancólico, y continua de esta forma hasta el final. En su epílogo, con la inclusión de los coros, se me hace como un himno de despedida a Peter Bardens,  aunque está dedicado a la memoria del 11 de Septiembre. Todo acaba con el sonido de un tren marchándose, adiós Peter, hasta siempre.
En definitiva, otra gran obra de Camel. Gustará tanto a los innumerables seguidores  que tienen, como a los que la escuchen por primera vez.
Ahora toca esperar el siguiente trabajo de Camel, y por lo que parece reunirá a los antiguos miembros de la banda sin Bardens.
Davol

 En definitiva, otra gran obra de Camel. Gustara tanto a los imnumerables seguidores que tienen ,como a los que la escuchen por primera vez.
Lista de Temas:
1. A nod and a wink
2. Simple pleasures
3. A boy´s life
4. Fox Hill
5. The Miller´s Tale
6. Squigley Fair
7. For Today
Alineación:
- Andrew Latimer / guitarras, flautas, teclados, voces.
- Guy LeBlanc / teclados, coros.
- Colin Bass / bajo, coros.
- Denis Clement / batería.
Invitados:
Terry Carleton: batería (temas 2,6), percusión, coros (tema 7)
JP Johnston: coros (tema 7)