Caminando hacia un pueblo fantasma: huaquis

A las 06 de la mañana dejamos el hotel de HUANCAYA (ver entrada anterior) y nos fuimos hacia la plaza del pueblo a ver si conseguíamos una combi que nos llevase hasta nuestro próximo destino: MIRAFLORES. No había tal servicio. Nuestra alternativa entonces era bajar en un coche con dirección hacia TINCO DE ALIS, un pueblito que en verdad es un cruce de carreteras, y bajarse unos kilómetros antes de llegar a ese lugar, justamente en el desvío o “cruce” que sube hacia el pueblo de Miraflores; pero a esas horas de la mañana tampoco había transporte alguno que fuera hacia Tinco de Alis.
CAMINANDO HACIA UN PUEBLO FANTASMA: HUAQUIS
Menos mal volvió a aparecer el venezolano que el día anterior, cuando bajábamos a pie desde Vilca hasta Huancaya, nos permitió subir en la tolva de su camioneta. Nos dio otra “jalada”, de nuevo en la tolva, donde fuimos comiendo polvo y rebotando junto a ollas y cajones, pero contentos. La carretera sin asfaltar (por la que ya habíamos pasado al venir subiendo desde Lunhuaná hasta Huancaya) pasa por el pueblo de VITIS, al que llaman el PUEBLO DE LOS VIENTOS, que es muy ordenado y limpio y tiene una plaza más encantadora que las de Vilca o Huancaya pero no sus cascadas ni puentes. Pero lo que sí tienen son unos andenes, en las afueras del pueblo, que son inmensos y que bajan por las laderas de los cerros hasta casi el borde del río; la vista es fascinante. En las afueras de Vitis están construyendo un hospedaje que aparentemente les está llevando más tiempo de lo esperado, hace 7 años, cuando estuve por este sitio, ya habían empezado a construirlo y no se ha avanzado gran cosa.
Por fin, luego de 30 minutos (eran ya las 7 de la mañana) el venezolano y su esposa nos dejaron en el mentado “cruce” hacia Miraflores y ahora era cosa de subir caminando los 6 kilómetros hasta ese pueblo o esperar un coche que subiera. Decidimos hacer lo primero aunque luego nos enteraríamos que hay un carro que viene desde HUANCAYO (no confundir con Huancaya) todos los días y que debe pasar por el “cruce” entre 8 y 30 a 8 y 45 de la mañana, por lo que es bueno esperar allí para que te lleve, nosotros no lo sabíamos por eso caminamos los 6 kilómetros de subida, pero valieron la pena ya que andar por esos lares es una experiencia sencillamente inolvidable.

Subiendo hacia el pueblo de MIRAFLORES. YAUYOS - PERU.

Al principio parece un camino que no llevase a un lugar concreto sino más bien a un sitio mágico al que guarecen misteriosas neblinas que la ubican al margen del mundo. En las laderas de los cerros colgaban larguísimos líquenes como si fueran algas pegadas a la proa de un trasatlántico. En un momento el sendero se abre paso por un estrecho cañón y se mete en una especie de fría caverna que parece haber sido cincelado en la superficie de un cerro; al pasar por allí uno se siente pequeñísimo. Luego aparecen unos andenes y muchos campos de cultivo que acrecientan la belleza del entorno. Casi 2 kilómetros antes de llegar a Miraflores hay un desvío para personas y animales que es bueno tomar porque la carretera se abre demasiado en una larga curva, así se ahorra tiempo.

Camino hacia el pueblo de MIRAFLORES. YAUYOS - PERU.

Por fin, 2 horas después de haber empezado la subida desde el cruce, ingresamos a la plaza de Miraflores. Posiblemente si se va caminando solo con una “mochila de ataque” el tiempo que se necesita para llegar puede ser más corto pero nosotros llevábamos toda nuestra pesada impedimenta por lo que el cansancio nos hacía parar muchas veces.
Miraflores es un lugar muy tranquilo y limpio; tiene una plaza muy bien cuidada y adornada con árboles de queñua; silenciosa, arquitectónicamente armoniosa, quizás la más bonita de todas las que hayamos visto en estos pueblos. Hay allí una iglesia construida en 1931. La fiesta del patrón de Miraflores, San Agustín, se celebra cada 28 de agosto, cosa que es bueno tener en cuenta ya que en esas fechas seguramente apenas se podrá encontrar hospedaje. En una esquina de la plaza está el Restaurante Marilyn, donde tomamos un contundente desayuno por 3.5 soles; es bueno recordar que en los pueblos del ande peruano un desayuno es, casi siempre, una especie de comida pues, aparte del té o café y el pan, te incluye un plato fuerte. El restaurante es un lugar limpio y la señora que allí atiende es muy amable, nos atendió esmeradamente y es una buena fuente de información sobre los lugares que hay alrededor. En Miraflores también se puede tener problemas con los restaurantes pues cierran temprano, así que mejor asegurarse en comprar algunas provisiones si se encuentra alguna tienda abierta. ¿Qué porqué las tiendas y restaurantes de todos estos pueblos siempre están cerrados? Pues porque los nativos de estas tierras no solo son comerciantes sino también, y sobre todo, campesinos, por lo que los dueños de estos negocios pasan una gran parte del día en sus campos.

Entrada al pueblo de MIRAFLORES. YAUYOS - PERU.

Se ha acondicionado un albergue en el 2do piso del edificio municipal; para alquilar un cuarto hay que preguntar por la secretaria de la municipalidad que llama luego al encargado para que habilite las camas. El albergue es el punto donde Miraflores desciende a su nadir pues deja mucho que desear: cuartos divididos con maderas de triplay y sin puertas, aunque tienen luz eléctrica. El baño, que está abajo, en el primer piso, no tiene agua caliente ni electricidad y la ducha no funciona. Las camas tienen colchones rellenos de paja y las almohadas son muy sucias. Además, los cuartos dan a la única cabina de internet del pueblo por lo que hay mucha bulla, al menos hasta las 08 de la noche en que se cierra la cabina. El servicio de internet es algo lento y por momento se pierde la conexión. Era quedarse allí o dormir en la calle ya que no hay otro hospedaje.

Hospedaje municipal del pueblo de MIRAFLORES. YAUYOS - PERU.

Luego de dejar nuestras cosas iniciamos la subida al famoso “pueblo fantasma” de HUAQUIS.El camino para llegar allí sale desde la plaza y pasa por el cementerio; se eleva suavemente por lo que caminar por allí no es muy complicado aunque por momentos se estrecha tanto que el viandante camina casi al borde de un abismo empinado lo cual lo convierte en un sitio no apto para gente con vértigo. Demás está decir que por el hecho de estar colgando sobre el vacío en el camino uno se place con unas espectaculares vistas.

Camino hacia el pueblo fantasma de HUAQUIS. YAUYOS - PERU.

Luego de 1 hora y 15 minutos de caminar llegamos a este pueblo abandonado que debe ser uno de los “top - top” de la reserva NOR YAUYOS COCHAS. Su visita es OBLIGATORIA porque no se parece a nada, es único. Te reciben las bases derruidas de lo que debió haber sido el arco de entrada y luego, a la derecha, el cascarón de una iglesia de larga planta que en otro tiempo seguramente fuera importante; hoy la mala yerba cubre el altar y las hornacinas y en lo que fuera el atrio pastan las vacas. La torre, que está separada del cuerpo principal, se mantiene erecta y se le ha puesto un techo a dos aguas de plástico, lo que nos hace pensar que ha habido alguna iniciativa para proteger esa parte del edificio.

"Pueblo fantasma" de HUAQUIS. YAUYOS - PERU.

Huaquis fue construida en la ladera de un cerro por lo que se ven desparramadas, y desafiando al vacío, una gran cantidad de altas paredes que formaron parte de la estructura de las casas hoy abandonadas. Todas ellas parecen descender como una marea marrón clara hacia lo que se puede considerar un cañón en cuyo fondo discurre el Cañete como una serpiente cuyas escamas brillan al ser alumbradas por el candente sol. La vista es de una fabulosa belleza.

"Pueblo fantasma" de HUAQUIS. YAUYOS - PERU.

Pero, ¿por qué se abandonó un pueblo que tenía iglesia, torre y casas tan bien construidas? Lo que se sabe es que este lugar fue una reducción indígena del tiempo del virrey Toledo y que al faltar allí el agua los pobladores tuvieron que abandonar el lugar y se fueron a fundar otro pueblo con menos carencias: ese lugar es Miraflores.
Cuando empezamos el regreso el cielo se abrió bastante y pudimos ver que al fondo de todo este valle, es decir, detrás del pueblo de Miraflores, había un inmenso nevado, lo cual le daba el marco perfecto al bello paisaje que allí se ve.

Regresando desde HUAQUIS hacia MIRAFLORES. YAUYOS - PERU.

Llegamos y compramos cosas para comer en una tienda pues el restaurante Marylin estaba cerrado. Luego nos fuimos a sentarnos a una de las bancas de la plaza. La noche fue llegando y en el cielo aparecieron las estrellas que orondas y ebrias de luz titilaban nítidamente; ventajas de estar en un lugar sin contaminación artificial. Nos fuimos a descansar; al día siguiente la aventura por la reserva NOR YAUYOS COCHAS tenía que continuar. Hasta entonces.
Pablo
DATOS UTILES

Transporte: Hay 2 buses que arriban a Miraflores procedentes de Lima: el miércoles entre 10 a 11 am, llega uno de la empresa San Juan de Yauyos que sale desde la limeña terminal de buses de Yerbateros y que regresa ese mismo día pero en la tarde. Y el otro, de la empresa Reyes, llega el jueves a las 06 y 30 de la mañana aproximadamente. Este bus parte desde la calle Luna Pizarro en el distrito de La Victoria de Lima y regresa a la capital al día siguiente. Siempre es bueno llamar a las empresas para confirmar fechas ya que pueden cambiar.

Otros sitios para visitar en los alrededores de Miraflores son las ruinas de Maytulla o las de Escaleras y la laguna Huascacocha ubicada a 3 horas y media a pie. A estos sitios no fuimos, son datos que nos dieron en el restaurante Marilyn.

Todos estos son datos del 2010 por lo que no garantizo que algo hayan cambiado

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